INTELIGENCIA EMOCIONAL
Claude M. Bristol: “Los deseos mueven al mundo”
La fuerza del deseo cuando concuerda con el sentido del universo, de la vida y del ser, se convierte en el motor que mueve nuestro mejoramiento personal y el reordenamiento de nuestra vida familiar.
Para que esta fuerza interna se convierta en una fuerza utilizable se debe comenzar con la siguiente secuencia de acciones bien definidas:
1. Se debe conseguir un cuaderno o carpeta con la cual caminar a todo lado durante un mes.
2. Se debe escribir en dicho cuaderno todo deseo que tengamos en nuestro diario vivir.
3. Debemos leer nuestros deseos anotados en todos los momentos posibles e ir aumentando los que se nos vayan ocurriendo.
4. Llevar a la acción, en cada “ahora mismo” de manera placentera cada deseo que ya se pueda actuar o realizar.
El método es sensacional, pues nos permite conocer más y más todos los deseos que nos hacen y hacían desarrollar en la vida pues, si recordamos la sentencia bíblica que dice: “por sus frutos los conoceréis”, podremos aplicar esta verdad para nosotros mismos con una ligera variante: “por nuestros deseos escritos y actuados nos conoceremos a nosotros mismos”.
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