Alasita debe mantener su esencia

El humo del incienso se elevó al cielo, mientras los amautas con el sonar de sus pututus anunciaban la llegada de la Alasita. Una tradicional wa’jta (comida) fue ofrendada al Ekeko (dios de la abundancia), pidiéndole mejores días para La Paz y el país en su conjunto.

Una vez más, apegados a las tradiciones, miles de personas acudieron al campo ferial para comprar sueños e ilusiones en la fiesta que es ya Patrimonio de la Humanidad y, por lo tanto, deben cumplirse muchos requisitos para mantener su esencia.

Desde tempranas horas de ayer las actividades en el campo ferial fueron febriles, los artesanos pusieron todo su esfuerzo para ofertar una infinidad de diversidad de piezas, desde edificios y casas hasta juguetes en miniatura, para dar una vez más vida al Ekeko.

PLAN DE SALVAGUARDA

El alcalde de La Paz, Luis Revilla, informó que junto al Gobierno y los artesanos, se estableció un “Plan de Salvaguarda” para proteger esta tradición, además de difundirla en escuelas y universidades.

“Estamos inaugurando la feria en mejores condiciones, con más información, señalética, servicios para los visitantes que compran una ilusión hagan realidad sus sueños”, dijo en la inauguración.

Acompañado por su esposa e hija, el vicepresidente Álvaro García Linera, participó de la festividad y realizó un importante anuncio para mantener la categoría de Patrimonio a la Alasita, con la construcción de un museo del Ekeko.

PATRIMONIO

En diciembre del año pasado, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), incorporó a los “recorridos rituales de la ciudad de La Paz durante la Alasita”, en la lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, motivos suficientes para enaltecer la labor de los más de 6.000 artesanos que hacen realidad el sueño de miles de bolivianos.

“Esta es una celebración nacional, porque se replica en todos los departamentos del país, aunque en diferentes fechas. De este modo, tenemos la presencia de los artesanos que convirtieron esta celebración en nacional y su trabajo hizo que seamos patrimonio de la humanidad y por lo tanto tenemos la responsabilidad de autoridades, artesanos y ciudadanos de preservar la feria, no sólo a nombre de los paceños sino de los bolivianos”, afirmó Revilla.

VISITANTES

Al acto asistieron autoridades del Gobierno, la Gobernación, la Alcaldía y del Concejo Municipal, además de invitados especiales, como el Gobernador de Tarija, así como del cuerpo diplomático.

De acuerdo con la historia, la práctica tradicional de la feria comenzó en 1781, cuando el intendente de La Paz (todavía no Bolivia), José Sebastián de Segurola, ordenó celebrar una fiesta anual en honor a la deidad denominada Ekeko, Dios de la Abundancia, en agradecimiento a sus poderes, porque la ciudad se salvó del cerco indígena de Tupac Katari.

Con la finalidad de preservar la tradición, el vicepresidente García comprometió gestionar la construcción de un museo, en el que se exponga las artesanías de la Alasita, tras confirmarse un espacio destinado para esa infraestructura, por parte del alcalde Luis Revilla.