Temas de la vida cotidiana
La protesta es un derecho que tenemos garantizado todos los ciudadanos, ya que la protesta social pacífica está protegida por los derechos constitucionales de libertad de reunión, de expresión y de asociación. Que protestar y marchar muchas veces es necesario y hasta saludable, lo es; que marchamos alguna vez también; pero vivir en estado de caos, bloqueos y marchas permanentes ya resulta abusivo y enfermizo.
Recién estamos superando los pobres paceños y no paceños los días de convulsión social por acontecimientos recientes y esta semana nos sorprendieron los transportistas con un paro y bloqueos. Que venga de ellos o de cualquier sector nos agobia en la ciudad de La Paz, ya que pagamos la factura, con un precio demasiado alto, por ser la sede de gobierno.
Los motivos para protestar son diversos y hasta ridículos, si aparece una autoridad corrupta en algún confín del campo, hay que marchar hacia a La Paz; si le robaron la novia, el marido, el celular, si pelean mucho con la suegra, si es insoportable el vecino, si la comida está muy fría, cualquier pretexto es bueno para salir a molestar. Que no les gustan los PumaKataris, los perros en la calle, lo que sea les sirve para salir a exhibirse y sentirse más importantes fastidiando a los demás.
Y qué pasa con la pobre gente que se gana el pan a diario y tiene que caminar a pie kilómetros porque es albañil, lustra calzados, empleada doméstica; el estudiante universitario, el ejecutivo, el empresario, cualquier hijo de vecino es perjudicado por los paros y protestas. La ciudad de La Paz no debería ser como un marchodromo, en el cual se pueden exhibir como zombis los marchistas, porque tenemos que soportar casi a diario bloqueos, movilizaciones de gente vociferando, sentada o echada en calles y avenidas. No es justo con nuestra ciudad, vivimos en permanente tensión y estrés que afecta la salud de las personas; cuántos problemas nerviosos, cardiacos, gástricos, de úlceras soportamos, ¿quién nos devuelve la salud y la tranquilidad?
¡Basta ya¡ Dejemos de vivir tan mal, que no nos abusen más, aprendamos a protestar como lo hacen en otras partes del mundo, donde no se ve estos pobres espectáculos y si protestan van al punto, a bloquear el Ministerio, la casa de la autoridad o personaje en cuestión. No somos tontos los paceños para tener que tragar cada día esto. Señores dirigentes, políticos, movimientos sociales, cívicos, los que sean, piensen con la que cabeza, no con los zapatos que llevan a las marchas y evitemos salir todos los días y por cualquier cosa. Evitemos ya estas deprimentes manifestaciones o que las autoridades departamentales o estatales hagan algo, aunque sea que normen todas estas acciones, que sancionen, si la gente no entiende que vivimos en un Estado libre y abusan afectando los derechos de los otros… Utilicemos la materia gris que llevamos encima y hagamos algo para disminuir las abominables marchas, protestas y bloqueos.
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