• “Quiero levantar a Bolivia de su postración, no quiero sólo pan para sus pobres, ni repartir limosnas que se recogen de la caridad, sino elevar la dignidad de este pueblo, enseñándole a trabajar, procurándole trabajo digno, haciéndole sentir que en las manos de todos, y de cada uno, está el participar de la belleza, de la armonía, la dulzura y la felicidad de sentirse hijo de Dios”, dijo la Beata Nazaria
La, española nacionalizada boliviana, y fundadora de las Misioneras Cruzadas de la Iglesia será canonizada, aunque no se conoce aún la fecha, pero el papa Francisco aprobó los milagros que se atribuyó a la religiosa, entre ellos la sanación de un enfermo.
El papa Francisco firmó el decreto que reconocía el milagro atribuido a la intercesión de la Beata Nazaria, así como los milagros de tres venerables, el martirio de veinte personas y las virtudes heroicas de dos siervos de Dios. Esto ocurrió durante la audiencia que concedió al cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.
CONSAGRACIÓN
Nazaria Ignacia nació un 10 de enero de 1889 en España y falleció el año 1943 en Buenos Aires, dejó como legado: comedores para pobres, casas de acogida para huérfanos, entre otras obras e irradió desde el país su cruzada por los más necesitados.
En el año 1912, la religiosa fue destinada a Oruro, Bolivia, lugar en el que permaneció más de 12 años al cuidado de personas de la tercera edad, posteriormente junto a Obispos de Oruro y La Paz fundó la congregación religiosa diocesana de las Hermanas Misioneras de la Cruzada Pontificia, instituto religioso que se fundó el 12 de febrero de 1927.
Dicha congregación fue orientada a la dignidad y derechos de los más necesitados, además orientó con todas sus energías su trabajo a la educación.
MENSAJE
“Quiero levantar a Bolivia de su postración, no quiero solo pan para sus pobres, ni repartir limosnas que se recogen de la caridad, sino elevar la dignidad de este pueblo, enseñándole a trabajar, procurándole trabajo digno, haciéndole sentir que en las manos de todos, y de cada uno, está el participar de la belleza, de la armonía, la dulzura y la felicidad de sentirse hijo de Dios”, dijo alguna vez, la Beata Nazaria.
ANUNCIO
En septiembre pasado, el secretario general adjunto de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), José Fuentes, había anticipado la noticia que la beata Española nacionalizada boliviana sería canonizada.
En ese entonces, Fuentes explicó que el milagro realizado por Nazaria fue la cura de un enfermo, acto que fue reconocido por varios médicos que estudiaron el caso y atestiguaron que “ella es una mujer que está con Dios y que intercede por nosotros”, dijo.
La Beata señalaba también que su misión consistía en “hacer conocer al hombre el mensaje de Dios que le ama. Para esto es menester ir al hombre, bajar a su nivel, para desde él, tomarlo y llevarlo a Dios, a Jesucristo nuestro Señor. Estamos perdiendo lastimosamente el tiempo si no bajamos a la calle... a eso nos empuja nuestra vocación de acción social”.
BUENOS AIRES
Nazaria falleció el 6 de julio de 1943 en Buenos Aires, Argentina y un año más tarde se aprobó la constitución definitiva de la congregación y recibió el nombre de Misioneras Cruzadas de la Iglesia.
Las Misioneras Cruzadas de la Iglesia se encuentran en 21 países y continúan su acción social con las mujeres pobres a través de talleres de promoción y capacitación; la educación, el trabajo en cárceles y comedores populares.
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