Chapare o muerte

Un documento enviado por un militar anónimo a todos los medios de comunicación denuncia que desde 2006 se aplica en las Fuerzas Armadas una dictadura cocalera que él describe con detalle.

En la introducción, este militar explica que ha decidido guardar su identidad en reserva por temor a que le ocurra algo a su familia o a él mismo. Por esos días, casualmente, el aparato represivo de Nicolás Maduro ejecutaba al policía rebelde Oscar Pérez en Venezuela.

El corazón del documento es el cuadro en que, con nombres y fechas, se propone demostrar que un oficial de las FFAA de Bolivia que desee ascender en su carrera, debe pasar por la novena división de ejército, radicada en la zona cocalera del Chapare.

Por ejemplo, menciona que el general Alberto Daza Quezada fue en 2011 comandante de la novena división de ejército y luego jefe de Estado mayor del ejército, para pasar a ser viceministro de deportes.

Con igual detalle, este militar anónimo menciona a Alberto Daza Quezada, José Soliz Jemio, Luis Ariñez Bazán, Carlos Ruck Arzabe, Wilson Colodro Arroyo, Jorge Mendieta Ferrufino e Iván Inchauste Rioja, que pasaron, todos ellos, por el comando de la novena división antes de ascender a cargos máximos.

Dice también que la novena división del ejército tiene cursos especiales para los jóvenes cocaleros del Chapare para que puedan acceder al colegio militar de ejército, y calcula que desde 2006 hasta ahora han egresado 120 subtenientes del ejército provenientes de la zona cocalera.

Para añadir detalles, dice que el alcalde de Villa Tunari, Asterio Romero, tiene a sus dos hijos mayores como oficiales del ejército. Lo que le parece muy mal a este oficial del ejército es que los cocaleros del Chapare tengan un “cupo” en el colegio militar, como no ocurre con ningún otro sindicato en el país. En el colegio militar no hay, por ejemplo, lugares reservados para los hijos de los mineros, para los hijos de los castañeros o de los transportistas.

Se enfoca el documento en el caso del general Williams Carlos Kaliman Romero, ahora inspector general del ejército a pesar, dice, de no contar con las calificaciones suficientes.

Este documento se difundió el mismo día en que las FFAA prohibieron a los oficiales participar en las redes sociales del país.

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