Equipo boliviano espera buenos resultados ante dudas chilenas

El equipo jurídico para la demanda marítima boliviana concluyó una etapa de trabajo para la consolidación de los alegatos orales, confiado que los resultados ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, serán positivos. En tanto Chile, según el embajador en misión especial para el tema de La Haya, Gabriel Gaspar, advierte que este asunto se resolverá sólo a partir del criterio territorial que exige Bolivia.

El ministro de Justicia de Bolivia, Héctor Arce Z., anunció que los equipos jurídicos para la causa marítima aún sostendrán varias reuniones para ultimar detalles de la presentación a la CIJ, que empezará el 19 de marzo y se prolongará hasta el 28.

Entretanto, la publicación del periódico La Tercera de Chile de autoría de Francisco Artaza atribuye al embajador Gabriel Gaspar el criterio territorialista y no jurídico que para Bolivia pondría un final definitivo al diferendo marítimo.

"El tema del mar va a seguir presente, de eso nadie debiera tener dudas. (Â…) El tema seguirá ahí, incluso si Evo Morales no continúa en la Presidencia de Bolivia, podrán cambiar los énfasis, pero no el tema de fondo. Por eso, Chile debe mirar las cosas con la amplitud que implica el desafío y no sólo desde una perspectiva jurídica", señala parte de la publicación suscrita por Artaza, en cuyo criterio Chile respeta los tratados y los hace respetar también.

El ministro Héctor Arce dio seguridades de los importantes avances respecto a la preparación de las audiencias orales en marzo próximo. “Se ha trabajado intensamente, con la confianza de obtener buenos resultados en la CIJ, La Haya”, afirmó.

Desde el sábado de la pasada semana, el equipo jurídico del Estado y los expertos internacionales se reunieron en Holanda, con la finalidad de reforzar los detalles de los argumentos de la demanda marítima.

Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores, Fernando Huanacuni, manifestó que durante las jornadas de trabajo se revisaron los elementos históricos y jurídicos de la demanda.

“Saludamos al equipo boliviano, al equipo internacional por este trabajo que se está realizado y en este cronograma a futuro tenemos varias reuniones sucesivas que serán antes de la fecha prevista el 19 de marzo”, enfatizó.

Días antes de este encuentro, el presidente Evo Morales se reunión con los excancilleres del país para reforzar los fundamentos históricos, el cual es la base de la demanda.

Bolivia, en 2013 llevó a Chile ante la CIJ para obligarlo a cumplir con los ofrecimientos hechos a lo largo de la historia con miras a negociar una salida soberana al Pacífico, que le fue arrebatada en una invasión y posterior guerra en 1879

ESTRATEGIA COMUNICACIONAL

Según el referido artículo, uno de los aspectos de importante incidencia para Chile tiene que ver con la política y estrategia comunicacional desplegada. “Con Bolivia se debió reaccionar de otra forma, más aún cuando junto con su demanda iniciaron una fuerte ofensiva comunicacional a nivel internacional. Esa ofensiva pudo tener algunos réditos comunicacionales y sociales de corto plazo, pero no ayudó a avanzar en una solución real del problema. Tal como está planteado ahora, el problema por Bolivia no tiene salida”, sostiene el artículo publicado por La Tercera.

“Ninguna autoridad chilena puede ceder territorio y nadie puede exigirle a Chile que ceda territorio. Desgraciadamente, la relación con Bolivia se deterioró, hemos pasado momentos muy difíciles”, agrega.

SILALA

Con relación a la demanda por el derecho sobre las aguas de los bofedales del Silala, el ministro Huanacuni señaló que durante los encuentros del equipo jurídico también se analizó la demanda que Chile presentó en la CIJ, por el que el próximo 3 de julio el Estado boliviano debe remitir la contramemoria.

En marzo de 2016, el presidente Evo Morales anunció que iba a presentar una demanda contra Chile por el desvío de las aguas del Silala, sin embargo, el vecino país se adelantó e interpuso en junio de ese mismo año una demanda en el mismo tribunal para defender su teoría de que se trata de un curso internacional de aguas que deben ser compartidas.