Pretensión del “poder total” frustrada

Cuando S.E. dice: “decidí abrogar el Código Penal (CP) para que no sea aprovechada por la derecha, obedeceré al pueblo”, lo expresa con un conjunto de signos que connota con claridad que era un instrumento para escarmentar a todo aquel que no esté con la línea del gobierno. ¿Cuál oposición? Excepto que S.E. advierta al pueblo como “oposición”. El Código Penal connotaba intolerancia, autoritarismo para, ahora sí, imponer un “capitalismo salvaje” (tipo chino) o un “socialismo” de corte castrista (Cuba). La “decisión” de S.E. no exime esa supuesta intención.

Los bolivianos hemos soportado esa forma de gobierno intolerante, mitómano y caprichoso. El “gobernar obedeciendo al pueblo” nunca pasó de ser un sainete. Por más, el CP penalizaba toda queja como conspirativa y sediciosa. Desde el punto de vista filosófico, eximia toda idea de decidir sobre quien nos gobierne. A decir de Burdeau, era una “energía social” insuflada por una representación mental dominante, cuyo objeto era de forma clara imponer un orden social. El CP o su objeto, no fue casual, para ello el régimen se nutrió (12 años) de pre-juicios teocráticos y etnocentristas, se presentó como “salvador” de abusos neoliberales. En un vacío ideológico, fortaleció a la burguesía chola y q’ara como una nueva oligarquía, olvidando -en términos de clase- al pueblo.

Este CP, abrogado o no, no exime esa intención de instituir un poder de corte filo-fascista, ¿alguien cree que esos objetivos fueron eximidos? Ahí está el nuevo gabinete (2018), más, político que: 1) se mantienen las funciones de -“izquierdistas” de escritorio- (MNR, MIR, MSM, ADN, Condepa, NFR, POR, PCB etc.) que ocuparon y ocupan -12 años- cargos representativos del régimen ¿Cuál gobierno indígena? Los que se mantienen, popularmente, son “floreros” sin decisión alguna. Es más, el etnocentrismo, capricho y discriminación de S.E (con o sin CP) se mantiene, cuando acude a la Conalcam, ¿acaso éstos son el pueblo?, es un conglomerado amorfo, que desvirtúa el concepto de “lealtad”, se nutre de un etnocentrismo. ¿Cuál racismo? Prósperos arrancan privilegios, granjerías, etc., al gobierno en todos los niveles.

Este gremio filo-empresarial manipula a terceros (ciudadanos rurales) gracias a la abulia de la oposición (fantasma al cual le teme S.E.) y muchos bolivianos (apátridas) por lo que la abrogación o no del CP era otra distracción para “adormecer” al pueblo, mostrando a S.E. “comprensivo, obediente y tolerante”. Ahí está: el inconstitucional fallo trucho del TCP saliente que habilitó a Evo Morales y García Linera como candidatos en 2019, el referéndum del 21F/2016, donde el 51,3% (en poco, creo, conoceremos otro porcentaje) dijo NO, y sobre lo cual S.E. no dijo ni pio. ¿Por qué entonces, se recurrió al sainete de la abrogación? Simple, como el pueblo odia la mitomanía, la discriminación y los caprichos que son, entre otros, la base que engendra abusos, se requiere otra imagen de S.E. en su pretensión de que el pueblo olvide las -otras- “ofertas” incumplidas: salud, trabajo, educación, desarrollo que resultaron una parafernalia. S.E. no fue humilde para comprender que su fortaleza vino por el sacrificio del pueblo en 2003 (él estaba en Libia), por la venta del gas, explorado y perforado por gobiernos anteriores. Millones de dólares no bien “administrados”, incrementando el clientelismo, prebendalismo, nepotismo. En consecuencia, se debilitó la pretensión del poder total, frustrándola.

El autor es Director del Centro de Investigación, Servicios Educativos y de Comunicación (Cisec).