Proyectos, proyectos

Una reciente noticia en este matutino llamó poderosamente mi atención: “comunidades afectadas rechazan proyecto hidroeléctrico Rositas”, señalando que los campesinos de Valle Grande se oponen a este importante proyecto, alegando que afectaría sus áreas de producción. El proyecto significa el aprovechamiento de las aguas del río Grande y abarcará los departamentos de Santa Cruz, Cochabamba y Chuquisaca, los que en conjunto aportarán 300 megavatios al Sistema Interconectado Nacional.

Veamos algunos ejemplos en el resto del mundo. Más de una vez me he referido en estas columnas y algunas charlas profesionales, sobre el famoso libro de John Steinbeck: “Viñas de Ira”, el cual relata la marcha de los “okies”, los campesinos desplazados por la sequía que causó la Gran Depresión de 1929 en los Estados Unidos de América, los cuales se movían masivamente en busca de alimentos. Con esa visión que caracteriza al país del Norte, ellos aprovecharon esta oportunidad para hacer grandes embalses a lo largo de la cuenca del río Colorado, a partir de lo cual pasaron a convertirse en la “despensa del mundo”.

¿Qué está pasando en el Brasil?, GOOGLE nos informa que “el auge en la construcción de presas está en marcha en la Amazonia. Más de 400 centrales hidroeléctricas se encuentran funcionando, en construcción o se las está diseñando según el nacimiento y la cuenca del río. Los científicos saben que las presas del trópico afectan al flujo de agua y a la deposición de nutrientes, con consecuencias negativas para los animales acuáticos, especialmente para las especies migratorias. Pero poco se sabe en cuanto a los impactos que tienen los diques sobre especies específicas, o sobre cuáles son las mejores medidas de mitigación para evitar daños”.

En la frontera con Bolivia, en la cuenca del río Madera se han construido hace unos pocos años las presas de Santo Antonio y Jiraú. Bolivia adoptó la decisión de no conceder los dos proyectos en las proximidades de Villa Bella, encargando los estudios a ENDE, lamentablemente la empresa nacional no ha cumplido hasta el presente la tarea que se le encomendó.

En China la represa de las Tres Gargantas es una planta hidroeléctrica situada en el curso del río Yangtsé en China. Es la planta hidroeléctrica más grande del mundo en extensión y en capacidad instalada (22 500 MW), pero es la segunda mayor del mundo en producción de energía, con una producción de 98,8 millones de MWh en 2014, ya que en esto es superada por la Represa de Itaipú sobre el río Paraná, cuya producción en el 2016 fue de 103,1 millones de MWh.

La represa hidroeléctrica de Itaipú (del guaraní, ‘piedra que suena’) es una represa binacional de Paraguay y Brasil, en su frontera sobre el río Paraná. Posee un desnivel de 120 m de caída bruta.

Itaipú Binacional ostenta el título de “mayor productora de energía del planeta” con 103.098.366 MWh producidos en el 2016. También es la represa de mayor producción acumulada, con 2,5 mil millones de MWh desde el inicio de la operación. La represa de Itaipú tiene una potencia de generación electrohidráulica instalada de 14 000 MW, con 20 turbinas generadoras de 700 MW y su construcción demandó un costo de 36 mil millones de dólares para los dos países socios.

Nosotros tenemos varios proyectos de represas pendientes, entre ellas el Bala que cuenta con innumerables detractores, Abapó-Izozog, y otros proyectos menores como las represas Carolina, San Juan y Tomayapo en Tarija. Pese al magnífico ejemplo de San Jacinto que hizo posible el desarrollo vitivinícola de ese departamento.

Nuestro país en general tiene una actitud negativa ante nuevos proyectos, por la cual hay una oposición casi total a todo proyecto que toque cualquier parte de nuestro territorio. Decididamente, sin dejar de cuidar los intereses locales y el medio ambiente, tenemos que encarar la ejecución de nuevos proyectos que signifiquen almacenar agua frente a la clara presencia del cambio climático y generar energía para estimular el desarrollo nacional.