Inversión privada bajó en los últimos años

La inversión privada bajó en los últimos años, debido a las nuevas reglas de juego que fijó el Gobierno y por el rol del Estado en las actividades extractivas, pero sin importantes descubrimientos de nuevos yacimientos, por el alto costo que implica la exploración minera, que su viabilidad depende de los precios de los minerales en el mercado internacional, según analistas, económico y minero.

La afirmación se desprende del trabajo que realizó Germán Molina Díaz, economista, miembro de número de la Academia Boliviana de Ciencias Económicas, docente de la UCB de Historia Económica de Bolivia, y de Jorge Espinoza, experto en temas mineros.

Molina presentó la economía minera de boliviana 2006-2017, en la que muestra que la inversión privada bajó en los últimos años y que la misma pasó a manos del Estado de acuerdo con la Constitución Política del Estado.

“La explotación de los recursos naturales no renovables es exclusivo del Estado y es una restricción para atraer inversión extranjera directa”, señala Molina en su documento.

Mientras tanto, Espinoza en una entrevista con este medio decía que en los últimos años no se encontró nuevos yacimientos y la labor de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) era insuficiente y se necesitaba participación privada en nuevos emprendimientos.

Las autoridades nacionales, como el ministro de Minería y Metalurgia, César Navarro, anunció hace un par de años la reestructuración de Comibol, pero a la fecha los trabajadores frenan la iniciativa.

INVERSIÓN EN SECTOR MINERO 2006-2016

Tanto el sector público como privado invierten en la minería, este último es el más importante, por los montos ejecutados, en el período de análisis, pero las reglas de juego frenaron la iniciativa privada, cuyo hecho provocó una disminución de los montos.

Molina señala que la inversión total acumulada en minería en el período 2006-2016 alcanzó $us 3.424,1 millones y un promedio anual de $us 311,3 millones, y destaca el año 2008 por registrar el monto más elevado de inversión de $us 519,6 millones por encima del promedio proveniente de la inversión privada que corresponde a la empresa San Cristóbal, que comenzó sus operaciones.

Entretanto, la inversión pública acumulada fue $us 1.048,8 y un promedio anual de $us 95,3 millones, siendo el año 2015 el que registró el mayor monto de inversión de $us 187,6 millones y un monto bajo de todo el período, el año 2006 que fue de $us 6,0 millones. La inversión privada acumulada alcanzó $us 2.433,8 millones y un promedio anual de $us 221,3 millones, destacándose el año 2008 por el elevado monto de inversión de $us 477,8 millones durante el período 2006-2016, y el menor monto de inversión de $us 40,9 millones el año 2016.

EMPLEO

En el documento de Molina se informa que el sector cooperativista genera mayor empleo minero, a comparación del privado y estatal, sin embargo, esta última aumentó la contratación de personal en los últimos años. Mientras que en el privado la situación fue atípica, dice el economista al explicar que las empresas primero contrataron personal, y luego ajustaron sus planillas, es decir recortaron personal.

APROBACIÓN DE NORMAS

En parte de sus conclusiones, el experto en economía señala que la Constitución Política del Estado de 2009 señala un mayor protagonismo del Estado en la economía, y la administración gubernamental durante tres períodos presidenciales consecutivos, ejecuta dicho mandato, aprobando normas legales de regulación de la economía que afecta la libertad económica de consumidores y empresarios.

“Somos un país dependiente de la exportación de materias primas que heredamos desde la Colonia y se mantiene hasta la actualidad. La actividad minera continuó siendo importante desde la creación de la República de Bolivia y los siguientes 192 años de vida, hasta la actualidad, manteniendo en las instituciones públicas los rasgos vigentes durante la colonia, es decir de carácter extractivista y rentista”, apunta.

EVOLUCIÓN DE LA MINERÍA

El crecimiento de la producción minera fue volátil y registró tasas positivas durante siete años (2006-2009, 2011, 2013 y 2014) y algunos años bastante elevados como fue el 2008 que registro 56,3, que se explica porque durante el último trimestre comenzó a funcionar la empresa minera San Cristóbal.

Esa empresa privada aumentó sustantivamente el tratamiento de la plata y tuvo fuerte incidencia en el crecimiento del sector minero y también en el total del Producto Interno Bruto (PIB), que alcanzó la tasa más elevada de crecimiento de 6,10%.

Los años que declinó la actividad minera por la caída de los precios internacionales y factores no económicos internos en el país fueron los años: 2010, 2012, 2015, 2016 y 2017, siendo el 2012 que registró la tasa negativa más significativa de 5,0%.

La tasa de crecimiento promedio del PIB minero (2006-2017) fue de 14,5% y la tasa de crecimiento promedio en el mismo período del PIB total fue de 4,6%, casi cuatro veces menos que el sector minero, cuyo dato permite concluir que aún es importante este sector, en pleno siglo XXI, para la economía boliviana, generar crecimiento, ingreso de divisas, empleo, impuestos y regalías.

Con relación a la importancia del sector minero respecto al total del PIB en promedio durante el período 2016-2017 es 8,8 por ciento, destacándose los años 2008,2009, 2010, 2011 y 2012 que están por encima del promedio que fue por el comienzo de las operaciones de San Cristobal y la elevación de los precios internacionales.

EXPORTACIÓN

El sector minero boliviano se compone de estatal, privado y cooperativistas, y en el análisis que realiza Molina el segundo toma importancia, misma que a su vez se divide en minería mediana y minería chica. Las cooperativas mineras ocupan el segundo lugar y en tercer lugar la minería estatal.

Durante el período 2006-2016, todo el sector minero generó divisas por un monto de $us 20.963,4 millones y un promedio anual de $us 2.633 millones, siendo el segundo sector económico en el valor total de las exportaciones del país que es importante para la acumulación de las reservas internacionales netas del Banco Central de Bolivia.