Raúl Shaw Moreno, peregrino en la cima del mundo

Para hablar de Raúl Shaw Moreno, hay que tener presente su variado intercambio cultural, no solo latinoamericano sino mundial, habrá que magnificar su valiosa tradición nacional boliviana en todas sus presentaciones, la sensibilidad y humildad como virtudes, luchador de patriotismo inacabable, altruista y benefactor y un amor incondicional a su Patria.

La primera vez que escuché ese nombre, fue de los labios de mis amadas abuelas paternas Cristina (+) y Elvira Valdez V. (+), quienes conocieron personalmente a Raúl en 1954, cuando fueron vecinos en la Calle Castro No. 160, Zona Santa Bárbara en la ciudad de La Paz.

Desde niño Raúl mostró cualidades para la música y el canto, ganó un concurso patrocinado por el Teatro Municipal de Oruro, se presentó en “Radio el Cóndor” y con su voz enamoró a todo el pueblo orureño.

En 1946 formó el grupo “Los Altiplánicos”. En 1947 el “Trío Panamérica Antawara” con los hermanos Jorge y Armando Valdez. En 1948 con su hermano Alex y con Lucho Otero el trío “Los Indios”.

En 1952 el famoso trío “Los Panchos” llegó a Bolivia cuando Alfredo Gil buscaba al reemplazo de Hernando Avilés. Se realizó una audición, donde se presentó Raúl con el bolero “Magaly” de su autoría. Los Panchos quedaron encantados e inmediatamente lo contrataron como primera voz, previo consentimiento de doña “Cloty” (su madre, la persona más importante, fuente de inspiración y perseverancia). El debut con “Los Panchos” se hizo en una audición en Radio Minería de Santiago de Chile. A partir de ese momento creció su fama internacional y viajó por América y el mundo por unos 9 meses.

El prestigio de Raúl en la capital chilena era grande. Los ejecutivos del sello Odeón mostraron interés en el artista y en esas condiciones formó un nuevo trío con el nombre “Los Peregrinos”, donde él era la primera voz, junto a José González y Fernando Rossi, ambos chilenos y cantaron sus primeras canciones: “Lágrimas de amor” y “Cuando tú me quieras”, entre otras.

En 1953, Lucho Gatica comenzaba a ser un gran acontecimiento musical en Chile, de manera que Odeón pidió a Raúl y su trío que respalden las grabaciones de Lucho. Raúl aceptó y grabaron “Contigo en la distancia” y “Amor secreto”, entre otras.

Raúl retornó a Bolivia en 1954 con “Los Peregrinos” formados en Chile, que por su exitosa carrera musical eran muy queridos en Bolivia, recorriendo las principales ciudades del país, donde fueron aplaudidos y recibieron muestras de cariño. Raúl proyectó que “Los Peregrinos” incorporen a una primera voz que le permita a él convertirse en solista acompañado por el trío, como lo habían hecho con Lucho Gatica, pero como no prosperó la idea, González y Rossi se desvincularon de Raúl.

Es así que Raúl convocó al cuarteto “Los Indios”, que estaba conformado por Alex Shaw, dueño de una excelente primera voz, Mario Barrios, eximio de la guitarrilla, tercera voz y compositor, Hugo Encinas, segunda voz y guitarra acompañante, Lucho Otero, el mejor guitarrista de la época, quien además ejecutaba el charango y el cubano Juan Bruno Tarraza al piano para formar el grupo “Los Peregrinos”.

El primer destino internacional de “Los Peregrinos” bolivianos fue Santiago de Chile, para grabar el primer LP en sello Odeón. La revista Ecran dio los primeros lugares a Raúl y “los Peregrinos” por muchos meses consecutivos. Lucho Gatica pasó al segundo plano en su propia patria.

En México tuvieron vigencia por casi 10 años, filmando películas y ocupando los primeros puestos en los cuadros de la música romántica. En 1956 fueron artistas exclusivos del sello discográfico Odeón, dejando impresos clásicos de la época de oro del romanticismo, incluyendo obras nacionales, destacando la polca “Palmeras” de Gilberto Rojas. Obtuvieron el Disco de Oro Odeón, por las ventas en Chile de su Long Play “Raúl Shaw Moreno y Los Peregrinos”, Boleros– Música del Altiplano, entregado en un acto en el Teatro Caupolicán de Santiago.

En pleno éxito, “Los Peregrinos” se separaron de Raúl terminando una brillante etapa que esparció calidad musical por todo el continente y a quienes se les debe que Bolivia esté ubicada en forma sobresaliente en el mapa de los tríos de América.

En 1969, “Los Panchos” invitaron a Raúl a participar como primera voz festejando los 25 años de aniversario, actuando en el Palacio de Bellas Artes de México y emprendieron una gira por Europa y Asia. En Japón sus presentaciones fueron muy concurridas. En Tokio, en carteles se podía leer: Nuevo cuarteto latino “Raúl Shaw Moreno y el Trío Los Panchos”.

“Raúl fue un hombre muy humano y sencillo”, comentó Lucho Gatica. Le gustaba el diálogo, recordar el pasado. Con su aspecto menos que común, colmado de humildad, hablaba con orgullo de su solar natal y de su música tradicional.

Falleció en Buenos Aires el 13 de abril de 2003, sus restos fueron velados en el Salón Rojo de la Municipalidad de Oruro, fue declarado ciudadano notable y simbólicamente depositada parte de sus cenizas en el altar mayor del Templo de Socavón. Sus restos fueron depositados en el mausoleo de los notables de su ciudad natal.

Fue así que para su época, Raúl Shaw Moreno solidificó una meritoria y brillante carrera artística, como versado compositor y extraordinario cantante, con grandes éxitos que aún son recordados, no obstante haber transcurrido más de medio siglo. Definitivamente quedaron como un legado histórico musical, esencia de la vida, añoranza del pasado y para el beneplácito de todos los amantes del bolero romántico y de la música folclórica nacional. Su voz y estilo, que transmiten dulzura, las convierten en verdaderas joyas musicales, expresión de la cultura de nuestro país.

Fuente:

Víctor Shaw Moreno; Raúl Shaw Moreno Semblanzas, 2007.