Hace varios años tuve la oportunidad de conocer Berlín y como todavía estaba en pie el muro que separaba el Berlín Occidental del Oriental, me di el tiempo para conocerlo. Realmente el contraste era extraordinario, mientras que en Berlín Occidental se veía un enorme bienestar, automóviles de lujo circulando por sus calles y avenidas, gente elegante, al otro lado del muro se advertía la pobreza, coches vetustos, gente con ropa claramente vieja, poca actividad. Claramente el lado comunista padecía de pobreza mientras que el occidental mostraba éxito por todos lados. La caída del muro y la reunificación de Alemania dieron lugar a una nación que restableció su poderío y su fuerza hasta el presente.
Por ello, no es de extrañar que las noticias que nos llegan de la Venezuela socialista, a cargo de un ignorante e inmaduro, reflejan la pobreza que caracteriza a los países socialistas. El mito de la felicidad bajo el mundo socialista se desvanece ante la realidad.
Un reportaje del The New York Times, de diciembre del 2017, relata que “El gobierno venezolano ha intentado encubrir la gravedad de la crisis y ya prácticamente no emite estadísticas de salud. Esto genera un clima en el que los doctores a veces temen registrar casos y muertes ligados a los fracasos de la política pública.
Pero las estadísticas que hay son impactantes. En el reporte anual de 2015 del Ministerio del Poder Popular para la Salud se reportó un aumento de cien veces en la tasa de mortandad de niños menores de cuatro semanas: de 0,02 por ciento en 2012 a poco más de 2 por ciento. La tasa de mortalidad materna aumentó casi cinco veces durante el mismo periodo.
Antes de que la economía venezolana comenzara a desplomarse, casi todos los casos de desnutrición infantil en hospitales públicos se debían a negligencia o abuso parental. Pero entre 2015 y 2016, conforme se intensificó la crisis, se triplicaron los casos de desnutrición infantil severa en los centros médicos de la capital, según los doctores. Este año podría ser aun peor.
En muchos países la desnutrición a estos niveles sería “por cualquier causa si hay una guerra, una sequía, alguna catástrofe o un terremoto”, dijo la doctora Ingrid Soto de Sanabria, jefa del Servicio de Nutrición, Crecimiento y Desarrollo del Hospital de Niños J. M. de los Ríos. “Pero en nuestro país está directamente relacionada con la escasez y la inflación”.
Por casi dos años el gobierno no publicó ningún boletín epidemiológico con estadísticas como la mortandad infantil. Hasta que, en abril de este año, apareció de repente un enlace en el sitio web oficial del ministerio con todos los boletines no publicados. Mostraban que 11.446 niños menores de un año habían muerto en 2016: un aumento de 30 por ciento en solo doce meses, ante la aceleración de la crisis.
Los nuevos hallazgos atrajeron la atención de medios nacionales e internacionales antes de que el gobierno declarara que el sitio web había sido atacado y quitara los boletines. La Ministra de Salud fue destituida y se puso al ejército a cargo de monitorear los boletines; ninguno se ha publicado desde entonces.
La desnutrición también enfrenta censura dentro de los hospitales: muchos doctores reciben advertencias de no registrarla en los antecedentes médicos de los niños.
Médicos entrevistados por The New York Times en nueve de los veintiún hospitales dijeron que sí llevaban un conteo. En el último año, dijeron, habían registrado 2.800 casos de desnutrición infantil y alrededor de 400 de los menores que llegaron famélicos murieron.
“Nunca en mi vida he visto tantos niños con hambre”, dijo la doctora Livia Machado, pediatra de práctica privada que da consultas gratuitas a niños que han sido hospitalizados en el sanatorio Domingo Luciani, en Caracas”.
Datos que son impactantes para un país que recibe miles de millones de dólares por sus ventas de petróleo, ¿Quién se apropia de esa riqueza mientras alimentos y medicinas, entre los ítems indispensables de la vida, escasean en todo el país?
Frente a esa dura realidad, uno se pregunta: ¿Por qué hay otros países interesados en seguir este modelo perverso?
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |