Municipio activa alerta roja en Luribay

Luribay, EL DIARIO (Rolando Flores S., enviado especial).- Al menos, 83 comunidades, 50 familias damnificadas e incalculables pérdidas en hectáreas de productos agrícolas son las consecuencias de la inundación de los ríos Luribay, Porvenir y Chincha. Este hecho motivó a la Alcaldía declarar la alerta roja, en tanto que los comunarios demandan a la Gobernación y al Gobierno el envío del material necesario para la construcción de defensivos y evitar que el río siga arrasando sus tierras cultivables y cosechas.

Este hecho motivo al municipio de Luribay declarar la alerta roja, en tanto que los comunarios demandan a la Gobernación y Gobierno el envío de material para reconstruir sus viviendas, gaviones y evitar que el río se siga llevando sus tierras cultivables y cosechas.

Ubicado a 174 kilómetros de La Paz, en los valles interandinos, Luribay es la capital de la provincia Loayza. Se caracteriza por su clima templado y su riqueza en producción agrícola, frutas, legumbres, tubérculos, hortalizas y una gran variedad de productos son cultivados por los más de sus 20 mil habitantes de 86 comunidades y 16 subcentrales.

Lamentablemente, las fuertes lluvias registradas durante toda una semana en la región provocaron inundaciones que destruyeron 50 viviendas y dañaron más de 10 mil hectáreas de cultivos, tal como confirmó la visita realizada por EL DIARIO a la zona del desastre.

Pasaron más de 30 años desde que una riada de igual o peor magnitud golpeó a los productores del valle de Luribay.

Esta vez, la inundación de la madrugada del pasado martes terminó por socavar los fuertes defensivos construidos a lo largo del río, cuyas aguas desbordaron llevándose todo a su paso.

“Pedimos al Gobierno y la Gobernación ayuda, como palas picotas, caretillas, semillas, gaviones y maquinaria para rehabilitar los caminos. También pedimos a la Agencia Estatal de Vivienda reconstruir las casas de las familias damnificadas”, dijo el alcalde de Luribay, Edgar Vásquez Siles.

La autoridad informó que es difícil cuantificar las pérdidas, toda vez que las 86 comunidades fueron afectadas por el desborde del río y son 50 viviendas y familias las que fueron afectadas por el deslizamiento y mazamorras de lodo. “Afortunadamente, no tenemos pérdidas humanas”, precisó.

RECORRIDO

El equipo de prensa de EL DIARIO llegó hasta las comunidades de Achucara Baja, Catavi, Anquioma, Calvario y San Pedro, donde se evidenció la magnitud de los daños ocasionados por el desborde del río. Hectáreas enteras de cultivos de todo tipo fueron anegadas, dejando la tierra estéril, llena de arena.

El secretario de Organización de la comunidad Anquioma, Abraham Paco, a nombre de los pobladores damnificados, lamentó las pérdidas de plantaciones y el mal estado de los caminos, lo que empeora la situación al dejar aisladas a muchas comunidades.

En Achocara, la mazamorra y el lodo prácticamente cubrieron tres viviendas, dejando a sus habitantes sin sus enseres personales, por lo que piden al Gobierno el envío urgente de ayuda humanitaria.

“Nos hemos quedado sin nada”, dijo Froilán Quisbert, mientras recuperaba lo poco que le quedó en el interior de su vivienda, cubierta por el lodo.