Fabricación de bebidas alcohólicas con metanol

En diferentes operativos desarrollados por el Comando Regional de la Policía, a cargo del coronel Marco Polo, en coordinación con la Intendencia Municipal de El Alto, de enero a la fecha se registró el decomiso de 3.000 a 3.500 unidades de bebidas alcohólicas adulteradas, las cuales son elaboradas con alcohol metanol, en fábricas clandestinas y aquellas que incluso tienen registro de Senasag.

El responsable de la Intendencia Municipal capital Israel Marca, dio a conocer a EL DIARIO que gran parte del contenido de estas bebidas alcohólicas adulteradas suelen ser fabricadas con alcohol metanol, agua potable de grifo y uso de colorante, azúcar y diferentes saborizantes, los cuales por los costos en el mercado interno, desde Bs 18 a 25, ponen en riesgo a la salud pública.

REGISTRO SANITARIO

"Estas bebidas alcohólicas, las hemos encontrado en diferentes lugares, como discotecas, bares, cantinas, lenocinios, licorerías, tiendas de barrio, pulperías, en todas las actividades de expendio de bebidas alcohólicas que no necesariamente son ilegales, sino que pueden ser legales, pero al momento de adquirir sus productos no revisan los registros sanitarios", remarcó el intendente Marca.

El responsable de la Intendencia Municipal asegura que la totalidad de las bebidas alcohólicas que no tiene registro sanitario son fabricadas con metanol, porque el único alcohol permitido para la elaboración de bebidas alcohólicas es el etílico, que por su proceso de destilación tienen un mayor costo, mientras que el metanol, que no pasa por el proceso de destilado y tienen un menor costo, pese a ser no apto para el consumo humano, puede ser destinado a mayor cantidad de unidades de alcohol.

DIVERSAS MARCAS

Marca identifica a Puno-Perú como una de las regiones del vecino país desde donde se interna diferentes unidades de bebidas alcohólicas adulteradas, conocidas como Ron Abuelo, wiskis, vodkas, entre otros.

Mientras que aquellas bebidas alcohólicas de color, que suelen venderse en botellas pet, serían fabricadas en el mercado interno, "esos son los RTDs, como se los conocer y son de consumo inmediato, estas son elaboradas al interior, no solo del municipio de El Alto, sino de los otros municipios aledaños", identificó.

FÁBRICAS

Muchas de las fábricas clandestinas o aquellas que recibieron el certificado de funcionamiento por parte de Senasag o la Gobernación, en muchos de los casos no llegan a ser verificados, dejando de lado el seguimiento de su producción, aspecto que es aprovechado por los propietarios con la finalidad de hacer uso de alcohol metanol, agua potable, colorante y otros químicos.

"Estas fábricas incluso pueden tener un registro sanitario, como han demostrado varias veces en las diferentes inspecciones realizadas por la Intendencia Municipal y por la propia Policía, pero no cumplen los parámetros que exigen los entes sanitarios para la elaboración de bebidas alcohólicas, como tener las fases de destilados, químicos, edulcorantes, saborizantes. Pero lo que hacen uso, es por ejemplo, agua potable de grifo, alcohol metanol, azúcar requemada, colorante y listo", detalló.

BAJO COSTO

Marca advierte que estas bebidas de preparación artesanal, no suelen ser verificadas por Senasag y que en varios de los casos existe una competencia entre las fábricas, donde ofrecen a Bs 30 un paquete de ocho unidades, cada una a dos litros, dos litros y medio, "por la demanda y el bajo costo que paga el mercado, es que se elaboran en condiciones no solo artesanal, sino con componentes no garantizados para la salud de la población".

En mucho de los casos Senasag no coordina con la Intendencia Municipal por lo que se desconoce cuántas y cuáles son las fábricas legales y cuales son aquellas ilegales, por lo que muchos de los operativos se logran como resultado de las denuncias de la población.

La Intendencia Municipal asegura que la internación de bebidas alcohólicas adulteradas si bien han disminuido en un 20%, como resultado de los controles, no así la producción de bebidas alcohólicas ped, producción que por sus bajos costos habría incrementado su elaboración, sin garantizar las adecuadas condiciones de inocuidad, pese a haber obtenido certificados de funcionamiento de registro sanitario.