Cuaresma se inició en miércoles de ceniza

Cientos de feligreses asistieron ayer a la celebración católica para recibir la tradicional cruz en la frente, como símbolo de penitencia, dando inicio al tiempo de cuaresma, época en la que prima la reflexión, solidaridad y conversión de los creyentes, así explicó su contenido el sacerdote de la Basílica de San Francisco René Vargas.

Afirmó que la cruz en la frente es una tradición muy antigua, que significa una adhesión de toda la iglesia que busca que la vida sea más humana, los seres humanos mejores, más solidarios, buenas personas. A la vez, comienza un tiempo de reflexión y “de esa manera contribuir a integrar una sociedad mejor”.

EN SAN FRANCISCO

La celebración realizada en la basílica de San Francisco estuvo acompañada por fieles que llegaron de diferentes lugares de la ciudad de La Paz, del país y del mundo, para recibir el símbolo de la cruz plasmada en cenizas.

En esta oportunidad, como en pasados años, el miércoles de ceniza fue un acontecimiento en el que los sacerdotes instaron a tomar conciencia sobre la penitencia y buscar la conversión para el bien. Los católicos aún cumplen con el ayuno y la abstinencia, como muestra de arrepentimiento y de fe para purificar el cuerpo.

“En polvo eres y en polvo te convertirás”. Los sacerdotes utilizaron esta frase para marcar el inicio de la Cuaresma, los cuarenta días antes de la Semana Santa y de la Pascua. La aplicación de la ceniza en la frente de los católicos recuerda a los mismos que el cuerpo humano no es eterno.

TIEMPO DE PENITENCIA

Con esta celebración, que dio inicio a la Cuaresma, se ingresó a un tiempo penitencial y de llamado a la conversión, con el fin de alejarnos del mal y acercarnos a la práctica de las buenas obras; en la ceremonia también se exhortó a las obras de solidaridad, a la oración y “a la privación de ciertas cosas, representadas en el ayuno”, dijo.

El religioso afirmó que el ayuno no significa abstenerse de comer, sino de privarse de algunas cosas que son superficiales y que no aportan a nuestra vida ni a la práctica del bien, señaló que la época del ayuno deberá realizarse durante los 40 días que implica la cuaresma.

El ayuno –dijo– puede interpretarse como el alejamiento de lo superfluo, que se concentran en cosas que no hacen falta. El sacerdote agregó que las personas deberían acomodarse a una la vida modesta, sin mucho consumismo.

“Estamos atropellando a la tierra, desgastando todo lo que ella produce para nuestro bien; hay cosas que no son renovables y nosotros las estamos desgastando con elementos que no son necesarios para tener una vida digna”, manifestó.

AYUDA HUMANITARIA

Por su parte, la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB), a tiempo de iniciar el tiempo de Cuaresma y en un contexto complicado por los desastres naturales, riadas, inundaciones, deslizamientos y mazamorras de distinta magnitud, inició acciones de ayuda humanitaria en varias regiones de Bolivia.

La Red Pastoral Social Cáritas se unió a la iniciativa por las víctimas de los desastres y se adhirió a las palabras del Papa Francisco: “la solidaridad y la fraternidad son elementos que hacen nuestra civilización verdaderamente humana”.

Con el propósito de recibir donaciones solidarias (alimentos secos, agua, ropa abrigada, colchones, frazadas y otros), se habilitaron diferentes oficinas en todo el país.

En Potosí, los aportes pueden llegar a la oficina de Pastoral Social Caritas; en Cochabamba a las oficinas del Arzobispado; en Trinidad a la Pastoral Social Cáritas Beni; en Sucre a la oficina Pascar; en Tarija a la Pastoral Social Cáritas; y en Oruro también a la Pastoral Social Cáritas.