El problema de la deserción escolar

Si bien con la entrega del bono Juancito Pinto disminuyó la deserción escolar en el país, el problema continúa. Recordemos que dicho bono consiste en el pago de Bs 200 a cada estudiante por su permanencia en su unidad educativa, que se paga desde la gestión 2006, inicialmente a los alumnos de 1º a 6º de primaria. En 2008 este beneficio se amplió, mediante una ley, a estudiantes a los primeros cursos de secundaria y de forma progresiva se fue aumentando un curso por año, hasta que en 2014 se incluyó a 6º de secundaria.

Esta situación, efectivamente, permitió el incremento en la matriculación de estudiantes, así como disminuyó el porcentaje de la deserción escolar, sin embargo existe un segmento de la población estudiantil que no tiene esa oportunidad para poder continuar con sus estudios, por diferentes factores, entre los cuales podemos mencionar los siguientes: estudiantes de familias disfuncionales; padres que trabajan fuera de sus distritos escolares; padres con problemas de alcoholismo; huérfanos; ambiente de violencia familiar, entre otros.

¿Dónde está la responsabilidad del Estado?, porque de acuerdo con lo que reza nuestra Constitución Política del Estado, los padres de familia tienen la obligación de apoyar la educación de sus hijos, hasta el bachillerato. Es que, en la mayoría de los casos, cuando los padres se divorcian, dejan de preocuparse por los hijos, o porque supuestamente cumplen con una asistencia familiar irrisoria. Pero esa asistencia familiar no es suficiente, por lo que los estudiantes tienen que trabajar para apoyar el sustento de sus hogares y, en algunos casos, inclusive no tienen apoyo de sus progenitores. Es una realidad desgarradora.

Entonces uno se pregunta, ¿dónde está la responsabilidad del Estado?, ¿por qué los postulados de la Constitución no se cumplen?, ¿quiénes tienen la obligación de proteger a este segmento estudiantil? Y es que los maestros y maestras, a más de orientar y guiar a los estudiantes, muy poco podemos hacer para que ellos puedan continuar con sus estudios hasta su conclusión. Mientras tanto, ¿qué hacemos para apoyar a este sector social?