¿Una nueva visita a los manantiales del Silala?

Se anunció que una “comisión del gobierno y de parlamentarios” visitará la región del Silala con miras a “…mostrar al mundo que no vamos a renunciar al derecho de un Estado soberano, como es el aprovechamiento de estas aguas”, según expresó un senador del partido de gobierno. La visita acordada es, seguramente, una más de tantas que fueron realizadas a la región, justamente con miras a “sentar soberanía sobre esas vertientes que Chile aprovecha en su favor”.

Corresponde recordar que esta sería una visita más, para luego, con seguridad, emitir declaraciones sobre la necesidad de aprovechar esas aguas, realizar obras de infraestructura en la región, etc.; pero la realidad es terminante: nunca se hizo algo de lo expresado en los últimos años. Chile, acorde con sus intereses, seguramente nunca tomó en cuenta esos propósitos de Bolivia porque ha visto, conjuntamente la colectividad boliviana, que nada de lo expresado por el gobierno en relación con el Silala se cumple, no obstante que toda esa región es boliviana y que tenemos derecho a aprovechar las aguas de manantiales, tanto en beneficio de la misma región como de la ciudad de Potosí.

¿Qué se espera con las nuevas visitas? Se dice que para recordar la invasión chilena a Antofagasta el 14 de febrero de 1879 que fue el inicio de la llamada Guerra del Pacífico; después, ¿qué? El mismo convenio de 1908, autorizando el uso de las aguas por parte de la compañía ferroviaria inglesa que administraba el ferrocarril, se dejó que siga indefinidamente y todo quedó prácticamente en el olvido. Chile, siempre presto a apoderarse de lo ajeno, dejó que siga el aprovechamiento e hizo obras de infraestructura para utilizar las aguas y hasta se atrevió a sostener que “las aguas del Silala provienen de un río internacional”.

El caso Silala y aprovechamiento de las aguas de manantiales por parte boliviana, tiene que ser tomado en serio; no puede ser que todo quede en el campo de las declaraciones circunstanciales que no tienen viso alguno de cumplirse; es urgente evitar que el caso Silala siga siendo, simplemente, motivo de expresiones demagógicas, sin sentido, para que seamos burla del gobierno chileno que, está visto, jamás reconocerá los derechos que tenemos los bolivianos.

Chile, ante los descuidos del gobierno boliviano, a mediados del año 2017 presentó ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya “reclamos” sobre las aguas del Silala “mostrando” derechos que jamás tuvo; es decir, utilizando los mismos argumentos que usó para apoderarse del extenso Litoral boliviano con una guerra delictiva que nunca quiso reparar.

El gobierno debe actuar con mayor seriedad en este caso y no seguir con políticas que se concreten a “visitas esporádicas a las vertientes”, que no tienen objetivo, cuando habría mucho que hacer en la región, con el aprovechamiento de siquiera parte de esas aguas que hasta ahora solamente benefician a Chile.