Doble infortunio de Palca

A seis leguas y algo más de la ciudad de La Paz -empleando la jerga colonial española-, está ubicado el pueblo histórico de Palca, arrasado por una violenta riada que se llevó en sus turbulentas aguas unas sesenta casas, edificadas al borde del otrora inofensivo y cristalino cauce palqueño, según informó el alcalde René Aruquipa.

Pocos días anteriores a la catástrofe, el río Palca podía confundirse con un delgado canal de desagüe y en trechos a lo largo del cauce, aún quedaban vestigios de viejos lavaderos de oro, mientras que a partir de sus orillas, subiendo las lomas, un hermoso paisaje de tierras, sembradíos, arboledas y casas, encandilaba al visitante.

Nadie habría vaticinado entonces, que al concluir los feriados de carnaval 2018, aquel hilo de agua se transformara, en cuestión de horas, en una descomunal masa de agua turbia, piedras, troncos, barro y destruyera, metiendo en su enloquecido oleaje, casas, pertenencias y un gran porcentaje de sembradíos propios de este valle.

La lluvia anegó todo desnivel; golpeó puentes coloniales y uno moderno que, de acuerdo con las autoridades de Palca, colapsó al ser batido por el poderoso cuerpo líquido.

Un número superior a 300 familias quedó sin techo y pasará hambre por el desastre en decenas de sembradíos. Este uno de los infortunios.

El otro infortunio viene como sigue: desde la fundación de nuestra República y posiblemente ocurra hoy, el pueblo de Palca, tan cerca del epicentro político de Bolivia y de la sede de gobierno, es un pueblo abandonado por el Estado, prefecturas y gobernaciones.

Palca, fue desde 1810 hasta 1825, ruta obligada de las fuerzas patriotas que lucharon quince años por nuestra independencia. Por su situación estratégica y geopolítica durante aquella gesta, fue escenario de enfrentamientos de la fuerza guerrillera patriota contra el ejército español. En la actualidad, Palca es un granero de alimentos para la ciudad de La Paz.

Empero, el Estado y sus instituciones menores ¿qué hicieron y qué hacen por tan ilustre pueblo? Ha llegado la hora de solucionar estos dos infortunios. Primero, apoyar económicamente y con tecnología moderna a Palca, que no tiene acceso a los servicios más esenciales y segundo, nombrar Patrimonio Histórico de Bolivia al honroso pueblo de Palca.

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