Un avión con pasajeros con 66 personas a bordo se estrelló ayer en el oeste de Irán. Un portavoz de la compañía que operaba el vuelo Aseman Airlines informó a la televisión pública iraní de que todas las personas habían fallecido.
Horas después, la compañía se retractó y aseguró que, dadas las “circunstancias especiales de la región” montañosa en la que se ha producido el siniestro, aún no se ha podido acceder al lugar del accidente, por lo que no puede confirmar la muerte de todos los ocupantes.
La aeronave, que realizaba un trayecto interno, transportaba a 60 viajeros y seis tripulantes, desapareció de los radares unos 20 minutos después de haber despegado del aeropuerto de Mehrabad, en Teherán, según el portavoz de Emergencias, Moytaba Jaledí.