• Uno de los factores de peligro son las construcciones precarias en las laderas
En el Mapa de Riesgos del municipio de La Paz se identifican al menos 30 zonas vulnerables en la urbe paceña. “Uno de los factores de riesgo son las construcciones precarias en las laderas, donde existen suelos no aptos”, dijo el director de la Unidad de Atención de Emergencias, David Mollinedo.
Explicó que en estas laderas se procedió a realizar construcciones de viviendas sobre topografía y características del suelo no aptas, lo se constituye en un factor de riesgo en el municipio.
“Este es un problema que es parte del manejo de riesgos, los nuevos asentamientos de familias que vienen del interior y del campo, conforman un escenario de riesgos (…), por encontrarse en llanuras aluviales y en áreas alto peligro”, dijo.
Recordó que La Paz está construida sobre más de 200 ríos y riachuelos, lo que hace más propensas a ciertas zonas con amenazas de deslizamientos e inestabilidad de sus suelos. Las fallas geológicas se presentan principalmente por los distintos tipos de suelos que tenemos.
Mollinedo dijo que a esta situación se suman las viviendas que se edifican en ciertos sectores no apropiados, por lo que no cuentan con alcantarillado y no tienen buena evacuación de aguas, hecho que también daña los suelos; por ejemplo en el sector de la Cervecería fue reactivado un antiguo deslizamiento de torrente de barro.
ZONA DE RIESGO
En su página web, el Sistema de Alerta Temprana, dependiente de la Dirección Especial de Gestión Integral de Riesgos de la Alcaldía, informó que la ciudad tiene 36 zonas de riesgo.
Entre las zonas identificadas en el mapa de riesgos figuran las zonas de Achumani, Irpavi, Pampahasi, Llojeta, Valle de las Flores, Alpacoma, Chasquipampa, parte de Cota Cota, Jupapina, Irpavi II, Villa San Antonio, Metropolitana, 21 de julio, Kupini, Villa Armonía, Las Delicias, Kalajahuira, Las Nieves entre otras, que fueron declaradas como zonas de “alto riesgo”.
Por su parte, el alcalde Luis Revilla informó que para esta gestión se había previsto un presupuesto de 5 millones de bolivianos para atender las emergencias.
“Ese presupuesto ha sobrepasado, pero la declaratoria de alerta naranja nos permite disponer de otros recursos. Estamos movilizando maquinaria en los ríos y estamos planificando obras, porque en definitiva son nuevos asentamientos no consolidados”, afirmó.
RECOMENDACIONES
En esta época de lluvias, Mollinedo recomendó a los vecinos a impermeabilizar sus viviendas a fin de que las lluvias no saturen los suelos ni las paredes de las casas. Esta sugerencia cobra más fuerza si se considera que las casas construidas en las laderas no tienen, en muchos casos, sistemas adecuados para evacuar las aguas.
“Una vivienda es como una microcuenca que recibe las precipitaciones y esta vivienda (…) tiene su patio, tiene su cubierta y canaleta, las unidades familiares tienen que adecuarse para recepcionar la lluvia, de manera que sus ductos de evacuación de aguas estén de manera ordenada”, refirió la autoridad.
Finalmente, dijo que entre las tareas que se deben priorizar es actualizar la Ley de Hidrantes, además de coordinar trabajos con la Empresa Pública de Saneamiento Básico y Agua Potable (Epsas) para renovar redes de alcantarillados y conexiones domiciliarias.
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