“Tres anuncios por un crimen”, película de humor negro

La película “Tres anuncios por un crimen”, del inglés Martin McDonagh, que se consagró el fin de semana como ganadora de los premios Bafta 2018, es considerado por el crítico de cine boliviano Marco Antonio Barrón como un filme de humor negro.

El fin de semana, con cinco premios, la película “Tres anuncios por un crimen” se consagró como la gran ganadora de los Bafta 2018, considerados los Oscar británicos. El mes pasado ganó el Globo de Oro a mejor película, ahora está postulada como favorita al premio Óscar, cuya ceremonia se realizará el 4 de marzo, en el Teatro Samuel Goldwyn de Beberly Hills, Estados Unidos.

CRÍTICA DE BARRÓN

Mildred (Frances McDormand), una mujer de Missouri cuya hija ha sido violada y asesinada siete meses atrás, decide declarar la guerra a la policía local, al considerar que está inmersa en la inoperancia y el racismo y que no está interesada en hacer justicia. Sus acciones desatan consecuencias inesperadas en el pueblo, en los policías - principalmente el inepto y sádico Dixon (Sam Rockwell) - y en ella misma.

“Tres anuncios…” no puede empezar mejor, con música delicada, voz dulce y, en la niebla matutina, la foto de una adolescente de grandes y redondos ojos, lamentablemente, no puede acabar peor: en la carretera y con un arma en la cajuela, final abierto, dijeron los comentaristas.

Los estadounidense, por vivir en un mundo tan exacerbadamente materialista, hicieron del libre albedrio una forma de vida, tal como del dinero y su apropiación, una religión, pero eso es otra cosa, el caso es que, no veíamos, y es de extrañar, tratándose de USA y su filmografía, una película tan dada a mostrar el libre albedrio a la manera protestante, como ésta, desencadenante, claro está, de violencia, verbal, física, auto justificada, simplemente, por obra y gracia de vivir en un país supuestamente libre.

Así, ideológicamente, se justifica y explican mucho de este film, que, por otra parte, a la hora de desatar el caos, es profundamente lógica en sus motivos, pese a quien pese: la religión, la decencia, la moral o el placer, ctodos valores burgueses, en el más alto grado.

Película de humor negro, estaría en la onda de Buñuel, si tuviera un prurito de intelectualidad, lo que, por el contrario, la hace venenosa, sarcástica, profundamente realista, cruda, filme donde todo el mundo es malvado, incluidas las madres, los adolescentes terribles y los policías que lloran, a lagrima viva, en el regazo de unos con otros y eso la hace a la obra profundamente valiente.