Un grupo de padres de los pacientes del Hospital J.M de Los Ríos, principal centro de salud pediátrico del país, protagonizó ayer una protesta por falta de medicamentos y se encadenó a las puertas de la institución ubicada en el centro de Caracas.
Los manifestantes representan, en su mayoría, a niños que sufren de insuficiencia renal, que esperan un trasplante o que ya han sido trasplantados pero ahora temen padecer las consecuencias de no contar con la terapia que evita el rechazo del órgano.
“De aquí no nos vamos a desencadenar hasta que no tengamos respuesta, hasta que no nos traigan los (medicamentos) antirechazo, hasta que no nos den respuesta en las unidades de diálisis”, dijo a periodistas Carlos Falcón, padre de una niña de 7 años que fue trasplantada de riñón recientemente.