“Que lo lean y que se rían”, esto es lo que ha deseado la familia de Antonio Fraguas, Forges, al ver las muchas muestras de cariño y ternura recibidas tras su fallecimiento, de ciudadanos anónimos en las redes sociales y de todos los sectores de la vida de España, el país del que fue cronista.
A Blasillo, Mariano y Concha, Cosma y Blasa o Borja, hoy se les ha apagado la voz, aunque a juzgar por el apoyo que la familia del humorista gráfico está recibiendo tras su fallecimiento esta madrugada, víctima a los 76 años de un cáncer de páncreas, estos personajes continuarán muy vivos en la memoria colectiva del país.
Porque Forges no solo hizo reír, sino que se convirtió, según coincidieron políticos, compañeros, medios de comunicación o la Casa Real, el madrileño retrató viñeta a viñeta la historia de la democracia española con un lenguaje gráfico renovado y diferente al que los lectores estaban acostumbrados. (EFE)