Litio del mar

El mayor reservorio de litio del mundo no es el salar de Uyuni, son los mares del mundo.

PETRÓLEO ORO ZINC “Los recortes en las exportaciones de los países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) más Rusia llevarían al mercado a un equilibrio entre demanda y oferta a finales de este año”. Este es el veredicto del más reciente informe oficial de la OPEP que suele ser tomado con desconfianza por el mercado. Ya empiezan a circular rumores de una competencia entre Rusia y Arabia Saudita para expandir sus exportaciones en el segundo semestre. Las exportaciones bolivianas de oro en 2017 superaron las 31 toneladas lo que representa un aumento de 25 por ciento con respecto al año anterior. Lo que no está claro es cuánto se llegó a producir y cuánto de estas exportaciones es resultado de actividades ilegales que pueden incluir lavado de dinero del narcotráfico hasta contrabando de oro de los países vecinos. Aún no hay un dato oficial sobre la producción de oro en Bolivia en 2017. En pocos meses, el precio del zinc podría superar 1,81 dólares la libra o 4.000 dólares la tonelada. Las empresas mineras están haciendo lo posible por aumentar su producción y se espera que logren revertir el déficit de oferta para 2022. Según los expertos, para entonces el precio habría caído nuevamente a alrededor de 1,30 dólares la libra. Este nuevo equilibrio aun deja el precio por encima de los 0,65 dólares la libra, registrados hace apenas 2 años.

Esa verdad se levanta como una amenaza a todos los proyectos de extracción de litio de salares, según dice Siglo 21 en su edición de esta semana.

Por el momento, la tecnología para recuperar el litio del agua de los mares es muy cara, pero la investigación está avanzando.

Hasta ahora ha llegado a tratar aguas servidas por la industria del “shale oil” y “shale gas”, aguas que son peligrosas para el medioambiente, según denuncian los ecologistas, pero que ahora son tomadas como materia prima para conseguir, entre otras cosas, grandes cantidades de litio.

“Expertos de las universidades de Texas y Monash lograron extraer 99,0% del litio (y otros elementos como potasio, rubidio, osmio, etc.), de aguas contaminadas usando tecnología de ‘membranas de estructuras-metal-orgánicas’ para la filtración de iones metálicas. Si esto suena complicado, no debería sorprender dado que es el tema que le valió el Nobel de química a Roderick MacKinnon y Peter Agre en 2003.”

“La nueva tecnología es barata y promete recuperar suficiente litio como para fabricar 200 baterías de litio para automóviles eléctricos o 1,6 millones de celulares en una sola semana purificando las aguas contaminadas que generan las operaciones de extracción de “gas shale” de un solo pozo en Texas. La tecnología que hace posible el fracking para extraer gas en EEUU resulta en miles de litros de agua contaminada. El proyecto parece diseñado para lograr financiamiento masivo de las empresas petroleras y hasta de fondos ambientalistas.

“La nueva tecnología es ideal para des-salinizar agua y podría inclusive remplazar el sistema más común de ósmosis inversa que se utiliza a nivel mundial para ese propósito. El nuevo sistema resulta más barato, más rápido y sobre todo más eficiente cuando se trata de extraer todos los iones metálicos del agua”.

“El proceso también promete remplazar las técnicas de extracción de litio de salares y rocas salinas, que son la principal fuente de explotación de litio en la actualidad. Las pozas de secado que cubren los salares y generan contaminación serian remplazadas por esta nueva tecnología.

“Las nuevas tecnologías lograron convertir a EEUU, un país que había agotado sus yacimientos de petróleo, nuevamente en una potencia petrolera gracias al “shale oil”. Lo único que cambió aquí es que la tecnología de extracción hizo accesibles yacimientos que se consideraban imposibles de explotar”.

Chile y Argentina ya están explotando salares más pequeños. La velocidad a la que se hagan aplicables las nuevas tecnologías de extracción de litio definirán si Bolivia perdió su oportunidad o no.

El Banco Central de Bolivia informó en diciembre que la deuda de Bolivia con China Popular es de US$ 609 millones y que está bajo control total.	El embajador de China Popular, Lian Yu, dice, en cambio, que la deuda de Bolivia con su país supera en este momento los US$ 7.000 millones.