Inician juicio oral en caso Katanas

La juez noveno cautelar en lo penal, Regina Santa Cruz, emitió la resolución conclusiva de acusación en contra de Marco Cámara y otras siete personas involucradas en el caso caso Katanas para que sean sometidas a juicio oral, por el delito de trata y tráfico de personas con fines de explotación sexual, confirmó la abogada denunciante Paola Barriga.

En este caso, Barriga representa a Noemí Cámara, hija mayor del polémico empresario propietario del club Nocturno, enviado a la cárcel de San Pedro en septiembre de 2016.

De acuerdo con el detalle que brindó la abogada Barriga a este medio, la resolución emitida por la Fiscalía aún no le fue notificada, pero espera que la misma esté acorde con los antecedentes de la denuncia presentada por Noemí Cámara.

Entre los otro siete involucrados están Gustavo Fernández y Walter Pavón, socios de Cámara, quienes administraban el Katanas y otros lenocinios.

También están los dos policías escoltas, que luego de un tiempo se convirtieron en administradores de lenocinios en Santa Cruz; un exfuncionario (chofer) de la Alcaldía de La Paz que daba la alerta para evitar los operativos de control de la Guardia Municipal.

También figuraba como imputado un coronel de la Policía que trabajaba en Migración que, según la denuncia, colaboraba para la internación de mujeres extranjeras. Barriga denunció que este oficial era el único que gozaba de una detención domiciliaria con salida laboral.

Noemí Cámara es propietaria del terreno donde estaba ubicado el local nocturno que fue derruido en esa gestión.

Cámara denunció que su padre enviaba al administrador del club, Gustavo Fernández, a países vecinos para reclutar mujeres jóvenes dispuestas a trabajar en Bolivia como supuestas modelos. Una vez captadas, Cámara viabilizaba el trámite de migración para luego despojarlas de sus documentos y obligarlas a tener relaciones sexuales con clientes del club nocturno, bajo amenaza de deportación.

De acuerdo con el cuaderno de investigaciones, las mujeres eran llevadas durante el día a la casa de Cámara en la zona Llojeta, y en la noche eran trasladadas al local Katanas, donde se presume eran explotadas sexualmente.

La Fiscalía sustentó la imputación sobre la base de informes que registran ingresos económicos provenientes del negocio de Cámara y la documentación de mujeres extranjeras halladas en el club nocturno.