El partido inédito realizado en el trópico cochabambino no tuvo a un equipo ganador, no obstante ambos lucharon con todo para lograr el triunfo.
La fiesta del clásico cochabambino llegó por primera vez a la localidad de Ivirgarzama, distante a 224 kilómetros de Cochabamba, donde Aurora, local por efectos de recaudación, y Wilstermann igualaron sin apertura del marcador (0-0), en un encuentro parco y con escasas emociones ayer, por la quinta fecha del torneo Apertura. Las expectativas generadas alrededor de este compromiso estuvieron por encima del desarrollo del juego, en el estadio Evo Morales, donde hubo cautela en ambos lados, sin arriesgar demasiado. Bajo una temperatura de 33 grados centígrados, que obligó a realizar dos pausas para que los futbolistas puedan refrescarse -en ambas etapas-, el compromiso finalizó con una división de honores, un resultado que para ninguno de estos elencos es beneficioso, porque la prioridad estaba en ganar para acomodarse a un mejor sitio dentro de la tabla de posiciones. Los celestes llegan a cinco puntos y los rojos pasan a acumular siete en sus respectivos grupos.Los hinchas provenientes de la capital tuvieron que hacer un largo viaje de cuatro horas de ida para presenciar dos ocasiones de verdadero riesgo, una en cada lado, durante el segundo tiempo. Ni Aurora ni Wilstermann pudieron llegar más lejos que eso y la monotonía junto al clima consumieron a los jugadores. Cerca de los 50 minutos, Bryan Araníbar avanzó con el balón, tuvo el espacio para acomodarse para su perfil derecho y lanzó un disparo, desde fuera del área, que fue desviado por Arnaldo Giménez con una mano y la pelota chocó en el travesaño en segunda instancia antes de salir por línea de meta. A diferencia de los celestes, los aviadores movieron el balón dentro de un circuito, con Serginho y Cristian Chávez como los ejes, y eso les permitió tener el control de las acciones por más minutos, pero quedaron en duda por la falta de mayor profundidad. El 90 por ciento de la formación aviadora fue la misma que jugó el pasado miércoles contra Vasco da Gama en Sucre.
Un disparo diagonal de Gilbert Álvarez que fue contenido por Geancarlos Martínez pasó a ser el principal referente de la ofensiva del entrenador, Álvaro Peña, pero recién cerca del final habría una acción más próxima al gol. La jugada más clara ocurrió sobre los 90 minutos con un centro de tiro libre desde el costado de Serginho y que fue conectada por Alejandro Meleán.
APG
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