Siempre me he puesto a pensar que desde que los investigadores descubrieron el primer cuerpo humano, Lucy, en África Central, los seres humanos se han ido desplazando desde ese continente por toda las faz de la tierra, dirigiéndose a otros continentes y a los sitios más remotos, venciendo barreras naturales y obstáculos numerosos. He creído que esta actitud de los seres humanos estaba dirigida a expandir la presencia humana en todos los ámbitos, en previsión de que su hábitat inicial fuera a desaparecer.
Hoy en día con el avance de la ciencia, esa actitud humana se dirige a poblar otros planetas de nuestro sistema e incluso más allá en nuestra galaxia. Los anuncios y preparativos de la NASA para enviar una misión de voluntarios a Marte, en un viaje sin retorno, sin lugar a dudas es parte de esa filosofía humana.
Pero tal como nos hace conocer Google, al presente hay, podríamos denominarlo, un líder universal, que tiene una propuesta concreta por demás ambiciosa.
Con u$s 10.000 millones de costo, el sudafricano Elon Musk lanza ahora su proyecto de internet espacial.
El propietario de Tesla y SpaceX quiere ofrecer un servicio de conexión ultra rápida desde el espacio, y para eso en el curso de los próximos días pondrá en órbita los primeros satélites. Al mismo tiempo este proyecto es parte de una propuesta más ambiciosa, Elon Musk quiere salvar a la humanidad colonizando Marte.
Días después de haber lanzado con éxito el súper cohete Falcon Heavy, que transportó un automóvil Tesla para colocarlo en órbita terrestre, la futurista corporación SpaceX ha iniciado una nueva misión. El 17 de febrero puso en órbita los dos primeros satélites de su red de internet mundial.
Hace tres años, Elon Musk dio a conocer su plan de internet satelital con alta velocidad y latencia reducida para ofrecerla con bajo costo. Dicho proyecto contempla el lanzamiento de 4.425 satélites.
Y ya se iniciaron las pruebas con dos satélites, el Microsat-2a y el Microsat-2b, que sustituirán a los MicroSat 1a y 1b. La diferencia es que los nuevos están equipados con la plataforma que proporcionará conexiones de internet banda ancha con hasta 25 m de latencia. Éstos orbitarán la Tierra durante un periodo aproximado de seis meses, a una altura de 1.125 kilómetros. Lo habitual es que los satélites orbiten a 35.000 kilómetros de altura.
Junto a ellos también volará Paz, un satélite de observación de radar que pertenece al gobierno de España. Su objetivo será el de capturar imágenes de la Tierra a escala de un metro, con propósitos de seguridad y de defensa.
Elon Reeve Musk es cofundador de emprendimientos como PayPal, Tesla Motors, SpaceX, Hyperloop y SolarCity. En 2017 su fortuna se estimaba en u$s 17.000 millones, lo que le convirtió en una de las 50 personas más ricas del mundo. La idea de Musk es reducir el riesgo de una posible extinción de la raza humana mediante la evolución hacia una “civilización multiplanetaria” a través de la creación de una colonia humana permanente en Marte, de alrededor de un millón de personas.
Este último planteamiento lo convierte en un visionario, con la ventaja de que, a través de la fortuna que ha generado y que sigue incrementando, puede contribuir a hacer realidad esa visión atávica de la humanidad, que lo llevará a poblar otros planetas y finalmente otros sistemas del Universo.
Qué diferencia en relación con otras sociedades y otros individuos que, desde posiciones relativamente importantes, se empeñan en mantener a los grupos sobre los cuales ejercen su influencia con la idea de vivir sobre la base de los “conocimientos ancestrales”.
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