Aprestos no significativos para La Haya

En estos días ha resaltado más el manejo político-propagandista que el oficialismo hace del tema marítimo alrededor de La Haya, concentrándolo en el presidente Evo Morales con claros objetivos reeleccionistas. Esta intensificación es mayor por la cercanía de los alegatos ante la Corte Internacional de Justicia, los que para Bolivia tendrán lugar los días 19 y 20 de marzo próximo y para Chile el 22 y el 23 del mismo, en una primera rueda.

La costumbre de darse notoriedad a sí mismo del Gobierno, de uno u otro modo, le ha llevado a la confección de una bandera kilométrica (que no se sabe si en definitiva será tal). No con la tricolor enseña sino de tela azul matizada con wiphalas. Afirma que el hecho se incorporará al Guinness. La intención subyacente se inclina por difundir el color azul adoptado por el MAS, encubierta por el mismo color que ostenta la bandera de la Armada Nacional. La aparición en Guinness ni nos acercará ni nos alejará del mar.

Otro asunto de posibles efectos inútiles en La Haya será la asistencia de una delegación de 30 miembros. Se dice compuesta por ex presidentes y ex cancilleres, autoridades, presidentes de las Cámaras Alta y Baja, legisladores (obviamente masistas) y los infaltables “movimientos sociales”. Lo racional es la concurrencia de quienes puedan aportar o enriquecer los fundamentos a exponerse, pues, al margen de los representantes del Estado y los jurisconsultos acreditados, nadie puede intervenir. No es con la presencia de “barras” como se puede influenciar o impresionar a un tribunal de justicia internacional y tampoco la asistencia del Primer Mandatario.

El viaje de los cabecillas de movimientos sociales -periplos que suman decenas en estos 14 años- es otra dádiva o halago a quienes actúan de animadores para una cuarta repostulación de Evo Morales. Es un misterio cuánto gastó el Erario Nacional en costear pasajes y viáticos de los cientos de supuestos dirigentes y originarios en tanto tiempo. En este caso como en otros, hay la posibilidad de que muchos de estos invitados prefieran ir de paseo o de compras a sentarse en la sede del Tribunal.

Carlos Mesa si es que fue invitado, será en calidad de ex Presidente y no como Vocero de la Causa Marítima, investidura de la cual en realidad fue alejado e ignorado hace tiempo, desde que manifestó ser contrario a la nueva repostulación presidencial. Triunfalismo aparte (pero usado y abusado por el Gobierno), si la decisión que se prevé pronunciarse en el presente año fuese positiva para el país -al disponer una negociación de partes- es necesario dar mayor atención a los modos de encarar con Chile el tema, país que ha adelantado no sentarse en la misma mesa para ese fin…