Publicidad

    



[Armando Mariaca]

¿Hasta cuándo la ceguera y sordera político-partidista?


El pasado miércoles 21 de febrero, a más de recordar la voluntad soberana en el referendum que dijo No a una posible reforma constitucional para una nueva postulación con miras a una reelección del Presidente de la República y su segundo, fue una fecha que se hará memorable en la historia nacional porque el pueblo mostró, una vez más, unidad al asistir, casi masivamente, a las concentraciones y bloqueos en todas las ciudades y pueblos del país que, consciente y responsablemente, hicieron uso de su libertad de expresión para decir nuevamente ¡No!

La posición firme y terminante sin intervención partidista alguna y en pleno derecho y ejercicio de lo que la conciencia y la voluntad determinan fue categórica y definitiva, en concentraciones multitudinarias en las que hubo asistencia totalmente libre y espontánea, para gritar, a pleno pulmón, la frase: “Bolivia dijo No”, en clara referencia al 21 de febrero de 2016, una frase que resonó en todos los ámbitos del país y que caló muy hondo en el sentimiento nacional.

Las concentraciones y bloqueos del miércoles 21 muestran una realidad indiscutible: el pueblo, para defender la libertad y la democracia, sabe de unidad y conjunción de ideales; toma conciencia de sus derechos y obligaciones; conviene en que nada podrá arredrarlo para que no se permitan más violaciones a la Carta Magna; que solamente la unidad es motor determinante para que tanto el gobierno y su partido como todos los políticos que conforman la oposición entiendan que, como se comportan y actúan casi permanentemente: ciegos y sordos que ni ven ni oyen verdades, no alcanzarán nada, no conseguirán sus propósitos, no llegarán a acuerdos para entender que el país no puede ni debe ser medio que esté al servicio de intereses creados; entenderán finalmente, que las posiciones de rencores, recriminaciones, división y posiciones siempre antagónicas nunca los beneficiará y que, por el contrario, todo ello será impulso para mayores enconos.

El gobierno, conjuntamente su partido, si realmente quiere alcanzar la comprensión del pueblo, tendrá que renunciar a su egolatría, soberbia y petulancia que en más de doce años le han hecho daño y han causado males muy graves al Estado. Deberá tomaºr conciencia de que el país no puede ni debe ser medio al servicio de un partido y comprender que es, en todo caso, la nación en que todos nacimos y a la que nos debemos sin distinción alguna de ideologías políticas y conveniencias ajenas al sentir colectivo. Deberá tomar conciencia de que el referendum del 21F de 2016 y su ratificación por el pueblo el 21F de este año, son decisivos y definitivos para que el Presidente, el Vicepresidente y el partido MAS cambien en pro de los intereses y conveniencias de Bolivia; que en ese entendimiento, acepten como principio de vida que no es bueno luchar sólo en beneficio de pocos cuando la moral y los principios obligan a combatir los males en beneficio de todo el Estado boliviano.

Por su parte, quienes militan en la desarticulada y dividida oposición comprendan que desunidos, confrontados y ajenos a los deseos de la colectividad, no pueden continuar por la misma senda que divide, desarticula, frustra, deprime y obstaculiza todo bien en favor del Estado; que ellos, como oposición, están obligados a exigir y pedir al gobierno que cambie políticas conforme a sus propios principios y que sean de servicio y amor a la patria. Que están obligados a mostrar conductas condignas con los intereses del bien común. Esa oposición, tan contraria a sus propios anhelos y principios, no le hizo ningun bien al país; al contrario, lo colocó en la situación de enfrentamiento permanente y aceptar las lecciones del 21F del 2016 y la conducta de unidad y defensa de la libertad y la democracia dada por el pueblo el reciente 21F.

Son muchas, muchísimas las lecciones que el país ha dado al gobierno, a su partido y a la oposición; ninguno de ellos puede atribuirse triunfos y ganancias que no les corresponde y, tomando conciencia de realidades y verdades indiscutibles, deben renunciar a sus ambiciones, orgullos y petulancias que no corresponden y que sólo los aleja del pueblo que, en primera y final instancia los sostendrá sea como gobierno actual o como posibles servidores de la nación mediante las elecciones del año 2019; entretanto, haciendo conciencia de la verdad, deben obrar consciente y responsablemente; de otro modo, el país les demandará siempre conductas dignas de las que ellos mismos, en diversas oportunidades, han prometido.

Finalmente, se puede convenir en la gran lección aclaratoria que dieron las concentraciones y bloqueos del miércoles 21 de febrero: la certeza de que tanto el gobierno y su partido como los políticos de oposición viven ciegos y sordos ante la realidad nacional y las verdades que exigen comportamientos de serenidad, unidad, honestidad político-partidista y necesidad de tener conciencia de país que debería haber en todos los políticos, pero que sólo están convencidos de sus intereses y ambiciones muy bien matizados de soberbia. ¿Será posible que cambien? ¿Que entiendan que el país debe ser lo primero y después, mucho después, los partidos políticos?

 
Revistas

Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender
la libertad y la justicia.
Reinició sus ediciones el primero de septiembre de 1971.

EL DIARIO
Decano de la Prensa Nacional
Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa y la Asociación Nacional de Prensa.

Dirección:

Antonio Carrasco Guzmán
Presidente del Consejo de Administración

Jorge Carrasco Guzmán
Gerente General

Rodrigo Ticona Espinoza
Jefe de Redacción

"La prensa hace luz en las tinieblas
y todo cuanto existe de progreso en el mundo
se debe a su inagotable labor"...

JOSÉ CARRASCO


Publicidad
Portada de HOY

JPG (753 Kb)      |       PDF (385 Kb)



Caricatura


Sociales

ABHM inauguró el año académico cultural

La Junta Académica y académicos de Número de la ABHM.

"La Paz, mágica y rebelde"

Alcides Aparicio, Javier Gómez, Rolando Costa Arduz, Víctor Arraya y Jimena Costa.


Publicidad