Por Edwin Conde Villarreal
• El animal pudo haber medido de cuatro a cinco metros de largo y con una dieta exclusivamente de hojas y hierbas, a veces de granos, fue un herbívoro que vivió en el período Cuaternario
El cráneo fosilizado de un oso perezoso encontrado con su esqueleto casi completo en la región de Santiago de Andamarca en el departamento de Oruro, atraviesa por un proceso de conservación con la consolidación de los huesos y la limpieza de los sedimentos para un posterior estudio con el resto de la osamenta del mamífero gigante informó el paleontólogo Bernardino Mamani del Museo Nacional de Historia Natural (MNHN).
El animal pudo haber medido de cuatro a cinco metros de largo y con una dieta exclusivamente de hojas y hierbas, a veces de granos, fue un herbívoro que vivió en el período Cuaternario hace aproximadamente dos millones de años. “Las estudios, una vez que concluya la limpieza de los huesos, podrán determinar con mayor precisión la antigüedad del animal”, especificó el paleontólogo que es especialista en fósiles de vertebrados.
Una coordinación del año pasado entre el Gobierno Departamental Autónomo de Oruro, el Municipio de Andamarca y el Museo, permitió los trabajos de excavación y el traslado de los fósiles encontrados a 160 kilómetros al sudoeste de la capital orureña en la región del Municipio de Andamarca caracterizada por tener suelos arenosos y áridos.
Pero hace millones de años el altiplano orureño tuvo otro aspecto, se encontraba a una menor altitud con un clima y fauna diferente, además existía otra clase de fauna compuesta principalmente por mamíferos gigantes.
GIGANTES MAMÍFEROS
El oso perezoso pertenece a la Orden de los Xenarthras, pero en la época prehistórica fue parte de los mamíferos gigantes con características principales como la carencia del esmalte en los dientes, la disminución severa casi la desaparición de los incisivos y caninos pero con grandes molares llamados “molariformes” para masticar hojas y granos, además tenían articulaciones adicionales en vértebras lumbares y grandes cuerpos que estaban provistos de gruesos caparazones o con densos pelajes.
Los Xenartrhas son mamíferos placentarios exclusivamente de América que incluyen a los armadillos, osos hormigueros y perezosos, pero en el pasado fueron gigantes y pesaban varias toneladas. Los que tenían grandes caparazones eran llamados los “acorazados” y a los que les crecía un pelaje espeso, eran los “pilosas”.
Uno de los familiares del animal que habitó en la región de Santiago de Andamarca, es el actual perezoso, de menor tamaño habita en los árboles del oriente boliviano, en la región es conocido por los pobladores como “perico”.
El experto de la Unidad de Paleontología del Museo Nacional de Historia Natural explicó que los demás restos fósiles encontrados en el entorno donde se escavó la osamenta del mamífero gigante en Oruro, advierten que en el sitio existió una laguna de agua dulce. Así lo demuestra los restos fosilizados de conchas acuáticas y huesos de sapos de hace millones de años.
“El contexto se refiere a un pequeño paleolago (lago prehistórico o lago antiguo), ya que los sedimentos analizados muestran esa característica, los fragmentos de roca nos hacen configurar el ambiente de un pequeño pantano en el lugar”, remarcó el paleontólogo con más de 25 años de experiencia.
FÓSILES EN BOLIVIA
Bernardino Mamani considera que casi en toda Bolivia existe una diversidad de fósiles de fauna antigua y de diferentes edades geológicas con un potencial paleontológico. “En el territorio boliviano dependiendo de lo que se está buscando es posible encontrar animales de los últimos 570 millones de años del Paleozoico al Cenozoico”, remarcó el experto.
Ejemplificó que en Tarija existe un yacimiento de fósiles de animales muy modernos de hace un millón de años del Cuaternario, mientras que en La Paz en la región de Salla es posible ubicar animales de hace 25 millones de años, otros más antiguos se encuentran en el sitio de Willkapujllu en Oruro que habitaron justo cuando desaparecieron los dinosaurios, hace 65 millones de años.
Otro yacimiento paleontológico se encuentra en la región del Chacaltaya, donde la desaparición del glaciar reveló fósiles marinos de hace más de 250 millones de años. “Esto demuestra la diversidad de la paleofauna (fauna antigua) de diferentes edades geológicas que se encuentran en nuestro territorio”, reiteró Mamani.
CLIMA Y FAUNA
La región del altiplano orureño donde fue encontrada la osamenta del mamífero gigante no se encontraba a la altura actual de más de 3700 metros sobre el nivel del mar. “Estaba más bajo y en ese momento geológico aún los Andes se encontraban ascendiendo”, aseveró.
Los eventos geológicos registrados en la conformación de las cordilleras en la Tierra atravesaron por compresiones y distenciones en la corteza terrestre creando los pliegues del planeta. Dijo que en ese tiempo cuando habitaban los mamíferos gigantes seguramente el clima fue más benigno, ya que los restos del animal fueron encontrados en una laguna con vegetación que fue el hábitat del perezoso y otras especies.
Respecto a los estudios científicos de los fósiles, Mamani considera que en los huesos existe la fijación de determinados elementos químicos con los que se puede determinar la paleodieta o dieta antigua de estos animales. También con imágenes en tercera dimensión del cráneo, por ejemplo, es posible reconstruir la cabeza del mamífero gigante sin hacer cortes invasivos al fósil.
TRABAJO DE CONSERVACIÓN
El paleontólogo Rubén Andrade, experto en fósiles de invertebrados, también del Museo Nacional de Historia Natural, consolida los huesos del cráneo que mide cerca un metro de largo y del que también limpia los sedimentos. El material paleontológico que fue trabajado en un 90 por ciento, muestra la forma que tuvo la cabeza alargada del mamífero con grandes “molariformes” o molares que revelan una deformidad en la mandíbula inferior.
“El consolidar los huesos con el uso de elementos químicos y pegamentos evita su desintegración al manipularlos”, dijo el paleontólogo que también analiza los fósiles marinos descubiertos en el Chacaltaya. La desglaciación del nevado, donde estaba la pista de esquí más alta del mundo, puso del descubierto el material paleontológico marino.
Sobre el cráneo y el resto de la osamenta del perezoso de Andamarca del altiplano orureño, Andrade anunció que una vez que concluya la conservación de los fósiles es posible que se obtenga una réplica del mismo, ya que los fósiles volverán a Oruro para ser expuestos a la población. (CienciaBolivia)
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