“Bolivia dijo No”

Al cumplirse dos años del referéndum del 21 de febrero de 2016, se ha podido percibir una baja considerable de la simpatía que tenía don Evo Morales Aima en la ciudadanía del país. Esa tozudez de incumplimiento de la ley, concretamente ante el resultado del referéndum 21-F, para insistir en una nueva repostulación a la Presidencia y otras actitudes de prepotencia y corrupción de su gobierno, han determinado un deterioro cada vez creciente de su imagen y del masismo, reflejado al observar un paro contundente de actividades de carácter nacional con bloqueos citadinos de toda la población ciudadana, luego de varios años, así como marchas y manifestaciones en calles de todas las ciudades. El descontento y rechazo al régimen de gobierno ha sido muy visible.

La ciudadanía que había votado por el NO en el Ref. 21-F. impactó con bloqueos y marchas en capitales de departamentos, con una participación masiva, voluntaria, de enorme espontaneidad y con gran entusiasmo, repitiendo el estribillo de “BOLIVIA DIJO NO”, que se escuchó en todos los confines de la Patria. Pocas veces se ha visto manifestaciones con tanta concurrencia (resultando por ello ridícula y mentirosa la posición de ministros de Estado minimizando algo que ha sido incontrastable, con seguridad que en su fuero interno, la figura es diferente). Es obvio entender que la posición de todo este pueblo boliviano, era la de rememorar el triunfo del “NO”, pero, fundamentalmente, con la evidente intención de exigir el cumplimiento del resultado del Ref. 21-F, con base en la normatividad prevista en la Ley 026 del Régimen Electoral, que determina el carácter vinculante de las decisiones de un referendo, así como el cumplimiento real de la CPE, ¡burdamente violada por una sentencia emanada -quién creyera- del tribunal creado para su protección…!

Simultáneamente, la cúpula masista ordenó la organización de marchas, que nada tenían que celebrar, ni argumentos legales que las respaldaran. Muy tímidamente se escuchaba la ridícula figura de “El día de la mentira”, inventada –qué curioso- por los campeones de la mentira, al no saber cómo explicar su derrota en el Ref. 21-F. Su intención, hábilmente manipulada, consistía en proclamar, arbitraria e ilegalmente, a su candidato por el MAS, don Evo Morales A., en una posición contraria al referéndum del 21 de febrero de 2016, contraria a la Ley 026, Ley del Régimen Electoral, y lo más grave, contraria a la CPE.

Se sostiene que son posiciones de gente que tiene el derecho a pensar diferente, empero, ello debe encuadrarse a un ordenamiento jurídico que rige las normas vigentes dentro de un Estado de Derecho, que, como Bolivia, ha adoptado el sistema democrático en su forma de gobierno; consiguientemente el amplio sector de la gente que enarbola como enseña el estribillo “BOLIVIA DIJO NO”, está basado en la legalidad, en el cumplimiento de las leyes.

La conducta futura de los defensores del referéndum del 21 de febrero de 2016 proseguirá, con su oposición ciudadana, no política, basándose en principios correctos y legales, más aún si se muestra extendida mayoritariamente con el transcurso del tiempo. De ahí que para evitar momentos difíciles en el país, sería conveniente que los jerarcas masistas del Ejecutivo y Legislativo comprendan la realidad y sin soberbia, procurar que su Jefe, que entró por la puerta grande a la administración del país, salga por la misma puerta.