El 10% de metanol producido en el país es utilizado para adulterar las bebidas alcohólicas. Se trata de un compuesto químico obtenido a partir de la fermentación de los azúcares que generalmente se usa como combustible, por tanto esta situación se constituye en un atentado a la salud pública.
Un estudio efectuado por Euromonitor Internacional permitió evidenciar que el consumo de las mismas está directamente relacionado con hechos de violencia intrafamiliar, asesinatos y otros.
Según los expertos, el consumo de metanol en grandes cantidades puede generar problemas en el sistema nervioso (estado de coma), daño hepático, daños irreversibles en el ojo (humor acuoso) y finalmente ceguera.