Derrumbe de chullpa preincaica

La chullpa de origen preincaico, ubicada en Chijipata Kelluman, del macrodistrito Sur de la ciudad de La Paz, se derrumbó el pasado sábado. Su valor es incalculable y su reparación casi imposible.

Representantes de la Sociedad de Arqueólogos de La Paz aseveraron, en entrevista con Erbol, que se solicitó al Gobierno Municipal proteger la chullpa y el área.

De acuerdo con una publicación de esa red informativa, la ciudad de La Paz perdió la última chullpa preincaica que resistió 800 años de existencia. Se derrumbó el pasado sábado, por el abandono de las autoridades municipales. El castigo de la intemperie y la mano delincuente de loteadores le asestaron duros golpes hasta debilitarla. Ninguna institución asume ahora responsabilidad alguna.

La erosión había deteriorado la parte norte de la estructura, cuya planta original pudo haber tenido cerca de 5 metros en sus caras este y oeste y 4 en sus caras norte y sur; su altura probablemente superaba los 4 metros. Sin embargo, tres últimos sucesos quebraron para siempre la sobrevivencia de esta ancestral torre funeraria.

Aún después del informe sobre la destrucción de la chullpa al municipio, pasadas las 21.00 horas del 3 de marzo, merodea ahora el temor de que en tanto las cuadrillas municipales lleguen tarde o no lo hagan, la ignorancia humana, transformada en ignorancia de los tesoros arqueológicos, termine de derruir por completo el monumento más antiguo de la ciudad, que las autoridades locales, regionales y nacionales no supieron conservar.

Hace tres meses, más o menos, un vehículo que ingresó al sitio destrozó su portal, al comenzar febrero le cayó un rayo y hace dos semanas se derrumbó la mitad, relata el joven Cornelio (22), un testigo-‘cuidador’ del lugar, que, dice, informó del daño al dueño del predio, Reynaldo Coloma, y a la Policía de Achumani.

La monumental tumba aymara, que se mantuvo en pie, casi intacta durante ocho siglos y era la reliquia mayor de la ciudad de La Paz, afrontó sola la adversidad climática hasta donde pudo, aguardando el salvataje de los funcionarios ediles que nunca llegaron.

Algunos meses antes de la temporada de lluvias de 2017, que comenzó en noviembre pasado, en el Concejo Municipal se supo que la falta de dinero impedía el cumplimiento del proyecto de recuperación, pese a que la ejecución presupuestaria no alcanzó al cien por ciento y sobraron recursos que no fueron gastados del todo, tanto en 2016 como en 2017.

Ahora será oportuno que se lleven todo lo que queda de la chullpa, dijo Reynaldo Coloma el sábado, dueño del predio donde está la mayor parte del imaginario perímetro arqueológico, quien llegó minutos después de que un historiador y un cineasta boliviano residente en Suecia, Jaime Villanueva, registraran en cámaras la desgracia ocurrida, cuando su objetivo era fotografiar de pie la torre funeraria.

“Ahora podré construir en mi terreno. O darle un espacio a mi hijo para que también pueda construir”, dijo Coloma, patrón del cuidador Cornelio y vecino de Justo Casillo; afirmó que era su antiguo jardinero, de quien compró el predio hace 20 años, en 16 mil dólares, señala la agencia informativa.

OTROS DATOS

El 17 de diciembre de 2015, la presidencia del Concejo Municipal recibió una denuncia por parte de ciudadanos que alertaron el deterioro de la pieza.

El 18 de diciembre de 2015, EL DIARIO publicó que la única chullpa se encontraba abandonada y se iba deteriorando día a día, debido a que no había atención por parte de sus autoridades. En ese entonces, el presidente del Concejo Municipal de La Paz, Pedro Susz, informó que se emitió una minuta de comunicación al alcalde Luis Revilla para que tome acciones de protección.

El 27 de marzo de 2016, Miguel Ricardo Torrico, analista técnico de patrimonio arqueológico de la Dirección respectiva, informó que estaban en vías de elaborar un proyecto a medio plazo para conservar la pieza.

PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO

Según Erbol, la chullpa data del año 1200 y se remonta al período de los señoríos aymaras, en este caso al de Pacajes, que por entonces controlaba Chuquiabo (Nuestra Señora de La Paz, a partir de la conquista hispana) y sus alrededores. Es posterior a Tiwanaku y anterior al imperio incaico, apunta el periodista Rolando Carvajal, en el portal Bolpress.

En 2008, más o menos, los esposos Coloma-Varela, junto a Juana Huanta y Santusa de Choque enfrentaron un proceso técnico administrativo, interpuesto por la Unidad de Fiscalización de la Subalcaldía Zona Sur (casos 106/2008 y 417/2008) a consecuencia de movimientos de tierras y construcciones efectuadas en el lugar, que afectaron al patrimonio arqueológico.

En 2010, el caso signado con el número 1147/08, de acción pena,l fue cerrado con un acuerdo transaccional entre los denunciados y el municipio. De hecho, el Gobierno Municipal de La Paz se resignó a cobrar 16.800 bolivianos, en 59 y 132 cuotas mensuales, a cinco y 11 once años de plazo, según consta en las últimas páginas del legajo que contiene los antecedentes para la ley de declaratoria de la última chullpa como patrimonio a recuperar y valorar, que al final parece no haber servido para nada.

Al menos de esta torre funeraria ya no queda mucho por preservar o siquiera mencionarla, según la agencia informativa citada.

DATOS

- La chullpa corresponde a los periodos de los señoríos aymaras que se ubican cronológicamente de 1.000 a 1.100 años d.C.

- La torre funeraria estaba relacionada con diferentes festividades.

- En 2004 y 2005 se denunció que el patrimonio arqueológico en Chijipata y kellumani se encontraba en riesgo.

- En el 2007 se realizaron algunas intervenciones preliminares.

- El 17 de diciembre de 2015, el Concejo Municipal remitió una minuta de comunicación recomendando al ejecutivo municipal adoptar las medidas inmediatas de protección y valorización de la chullpa, ubicada en Chijipata Kellumani, del Macrodistrito Sur.

- En el 2016, la dirección de Patrimonio de la Municipalidad de La Paz empezó con la elaboración de un proyecto, para declarar al área como zona patrimonial sujeta a protección.