Finalmente, parece que se certificará reservas de gas

Después de mucha espera, YPFB habría firmado contrato -luego de anteriores fallidas licitaciones- con el consorcio canadiense Sproule International para que certifique, hasta el 31 de marzo, cuáles son las reservas de gas. Los informes serán conocidos el 31 de mayo. Según las normas, cada año debería determinarse internacionalmente con qué reservas de petróleo y gas cuenta el país; pero el descuido demostrado fue terminante y, entretanto, se ha despertado expectativas tanto en el país como en los países que nos compran gas, como son Brasil y Argentina.

Anteriores certificaciones mostraron que al 31 de diciembre de 2013 alcanzaron esas reservas a 10.45 trillones de pies cúbicos (TCFs) y, con anterioridad, al 31 de diciembre de 2009 fueron esas reservas: 9.9 TCF. Estas certificaciones estuvieron a cargo de la Consultora canadiense GLJ Petroleum Consultants, y, la anterior, estuvo a cargo de Ryder Scott, firma estadounidense. La información señala que Sproule International del Canadá “tiene más de 60 años de experiencia y es reconocida por su capacidad de establecer con precisión las oportunidades del subsuelo hasta aumentar la confianza de los accionistas mediante evaluaciones económicas independientes de las reservas de petróleo y gas”.

Hasta ahora fueron inexplicables las razones que tuvo YPFB para no designar a la empresa que certifique algo que es de vital importancia y, sobre todo, porque los contratos que se debe firmar tanto con Brasil como con Argentina estarían supeditados a que se conozca realmente cuáles son las reservas y, por otro lado, es urgente que el país sepa esos datos con miras a cubrir las necesidades del mercado interno, con inclusión de la provisión debida a empresas que precisan gas con suma urgencia y que YPFB no pudo proveer.

Conocer datos precisos sobre reservas de petróleo y gas tiene vital importancia, inclusive para la planificación de presupuestos, ya que con base en la producción de gas y su respectiva comercialización, se debe reponer las partidas del IDH con destino a gobernaciones, alcaldías y universidades públicas que, debido a las menores ventas y a los bajos precios, han tenido que verse reducidas. Hay, pues, razones importantes que obligan a conocer, pormenorizada y oportunamente, datos sobre reservas, producción, uso y venta de gas especialmente, porque somos un país dependiente de esas ventas que, conjuntamente los minerales y pocas materias primas, conforman los ingresos importantes del país.

Por otro lado, es necesario conocer hasta qué punto ha declinado -en caso, terminado- la producción de gas, especialmente de los campos San Alberto, Margarita y otros, porque, de saberse oportunamente cuáles eran las reservas mediante las certificaciones debidas, se podía hacer cálculos previos, tanto para los usos internos como de la exportación. Es de esperar que el gobierno, con estas experiencias, obre debida y oportunamente en el futuro.