Cierre de Correos, una medida grave

Desde los inicios de Internet, que dio lugar a la presencia masiva de “sistemas de comunicación alternativa” accesibles mediante la telefonía celular, los sistemas del Servicio de Correos han sufrido tropiezos y rémoras que han colocado en grave situación a las empresas. En junio de 2015 la Empresa de Correos de Bolivia fue intervenida por el gobierno “debido a irregularidades observadas en la administración”.

Ahora, el gobierno, mediante el Ministro de Obras Públicas, anunció el cierre de Ecobol porque “existía insostenibilidad financiera y rezago tecnológico y administrativo”. La medida implica que 493 empleados queden cesantes y que, ante lo adoptado, piden -por lo menos- “una liquidación transparente de sus beneficios sociales”. Los servicios de Correos en el mundo desde siempre han sido considerados muy importantes y necesarios; por ello se ha adoptado las medidas más precisas para que su funcionamiento sea eficiente. En Bolivia, mucho antes de la llegada de la Conquista por los españoles, por decisión de las autoridades quechua y aymara funcionó el servicio de “chasquis”, que realizaban labor, de posta en posta, de comunicación con el traslado de correspondencia, encomiendas y otros.

Se alega ahora inestabilidad financiera, que era lógica debido a la presencia de “servicios tecnológicos que han ingresado como medios de comunicación” y que el gobierno debió prever antes de mantener una planta burocrática excesiva o, posiblemente, no reemplazar a personal que se haya retirado o, por favoritismos partidarios, permitir la contratación de más personal. Se arguye también “rezago tecnológico y administrativo” que, con voluntad, eficiencia, honestidad y responsabilidad pudo haberse evitado. Y ¿qué se hizo? Se nombró como directivos a personas nada capacitadas y que no tenían que ver con las comunicaciones y menos en labores de administración y aplicación de tecnología.

En sustitución del servicio de Correos, el gobierno creó la empresa “Operador Postal de Bolivia”, una entidad que pudo haber absorbido siquiera a parte del personal de Correos, pero seguramente contrató otro sin experiencia y menos capacidad para atender un servicio que no debía desaparecer, pero sí ser reorganizado con tecnologías modernas, con el personal experimentado estrictamente necesario y, lo importante en todo sentido, con directivos que sean profesionales, tengan experiencia y no solamente cumplan con “el partido”, como si fuera algo importante.

Es de esperar que, por lo menos, el personal retirado de Ecobol sea atendido debida y justamente con el pago de los beneficios que les corresponda por ley, porque no es cuestión de “organizar” otra empresa y dejar al personal cesante sin atender los derechos que tienen por los años de servicio. De todos modos, lo que corresponde reiterar es que Correos, así sea parcialmente, debe seguir prestando servicios que, además, no los cubrirá ningún otro sistema, como es Internet y otros derivados de nuevas tecnologías.