Construyen casas a pesar del riesgo de deslizamiento

Cochabamba.- A pesar del desastre que el 6 de febrero acabó con la vida de cinco personas en Tiquipaya y dejó a 120 sin casa, las construcciones en el Parque Nacional Tunari, por encima de la cota 2.750 msnm, continúa sin tomar en cuenta el riesgo que existe para las familias que se asientan en una zona en peligro de deslizamiento.

En el sector de Retamas, Pucum Pucum, viven alrededor de 24 familias que hasta hace algunos días contaban con servicio de luz eléctrica. “Hace dos días nos han cortado a todos la luz, estamos viendo cómo solucionar esto, porque nosotros pagamos por este servicio”, manifestó Carminia Mamani.

El Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap), pese a contar con un personal reducido, reparte notificaciones de desalojo de manera permanente.

NOTIFICACIONES

Según Los Tiempos, el responsable de la Unidad de la Madre Tierra del municipio de Tiquipaya, Aurelio Ayala, informó, que se inició con el proceso de notificación de demolición de las viviendas existentes dentro el área protegida en colaboración con el Sernap.

“Hemos colaborado con el desalojo de las personas que se encontraban asentadas en estas zonas, permanentemente estamos apoyando las acciones del Sernap”, dijo.

En el recorrido por Pucum Pucum, Retamas y Villa Belén, se verificó que todas las personas que se encontraban asentadas y vivían en carpas no retornaron a esta zona. Sin embargo, los apicultores que fueron desalojados de sus casas en dos ocasiones volvieron con el argumento de que viven en esta zona por más de 18 años.

Los mineros de la Cooperativa Mixta Vivienda de Taquiña Empresa Minera Unificada del Cerro Rico de Potosí, que realizaban una vigilia en carpas en Villa Belén, actualmente viven en una casa de adobe que está construida a pocos metros del río Taquiña.

Unos seis mineros permanecen en vigilia, mientras sus dirigentes viajan de manera permanente a La Paz para presentar los documentos que los acreditan como únicos propietarios de estos terrenos.

Al borde de la quebrada Anakawagresa Mayu existe un letrero de alerta que dice: “Alerta, zona de alto riesgo, servidumbre ecológica, zona no recomendable para construcción de viviendas”. Pese a este anuncio, las construcciones dentro de esta quebrada continúan.