Primer encuentro será en La Haya
• Después del saludo protocolar de esta jornada entre mandatarios, ambos gobernantes se enfrentarán en la última fase del juicio internacional: Los alegatos orales de la Demanda Marítima
Cuando Sebastián Piñera dejó la presidencia de Chile en su primer mandato en 2014 dejó no solo pendiente con Bolivia el tema de la Agenda de los 13 puntos, compromiso postergado sin fecha límite, sino la Demanda Marítima que presentó nuestro país en 2013. Ahora que vuelve nuevamente al poder, aún están irresueltos los compromisos con Bolivia y el más importante de ellos, la Demanda Marítima que busca diálogo por soberanía.
El Libro del Mar, documento que refleja todos los temas pendientes con Chile y los compromisos de todos sus gobiernos refleja uno de los encuentros entre el presidente Evo Morales y Sebastián Piñera en el marco de la XL Cumbre del Mercosur realizada el 2010 en Foz de Iguazú (Brasil).
El mandatario chileno manifestó: “… la voluntad del gobierno chileno es buscar soluciones concretas, útiles y factibles que vayan en beneficio de ambos países y de ambos pueblos”.
“Pese a que su gobierno heredó la Agenda de los 13 Puntos, demostró en la práctica una actitud contraria al espíritu que la había motivado. Aunque el problema marítimo de Bolivia era parte integral de la agenda, no continuó con el diálogo destinado a presentar propuestas útiles, factibles y concretas. Por el contrario, Chile dio un giro abrupto al señalar que entre Bolivia y Chile no existe ningún tema pendiente, contradiciendo de esta manera sus actos propios y declaraciones previas”, refleja el Libro del Mar.
Sin embargo, en su primera gestión y a puertas de su segundo mandato el discurso no cambio: “Vamos a proteger y resguardar la soberanía de nuestro país y la integridad territorial de Chile”, afirmó Piñera hace cinco años y hace unos días.
COMPROMISOS HISTÓRICOS
A lo largo de la historia entre ambos países, los compromisos de Chile fueron desde antes del Tratado de 1094 y posterior a éste, según el Libro del Mar, elaborado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia.
Los Tratados de Paz y Amistad; Transferencia de territorio y Comercio fueron ratificados por los Congresos, tanto de Bolivia como de Chile.
Después los tratados de 1919 Y 1922, donde se hizo un reclamo multilateral a la Conferencia de París (1919) y a la Liga de las Naciones en para que el representante chileno Agustín Edwards, luego el delegado chileno Manuel Rivas Vicuña mediante nota de 19 de septiembre de 1922 dirigida a la Liga de las Naciones, reafirmó el compromiso chileno de entrar en negociaciones directas con Bolivia, según el Libro el Mar.
El Diplomático Emilio bello Codesido, ofreció una salida propia al Océano Pacífico independientemente del Tratado de 1904. Asimismo el presidente chileno Arturo Alesandri Palma (1922), dijo que Bolivia podía tener la convicción de que se encontrarán fórmulas para solucionar su enclaustramiento.
Para 1923 el canciller Luis Izquierdo Chile podría celebrar un nuevo Pacto que consulte la situación de Bolivia sin modificar el Tratado de Paz de 1904 y sin interrumpir la continuidad de su territorio, era las palabras alentadoras en esa época.
En 1926 el embajador de Chile en Washington, Miguel Cruchaga, presentó el 10 de junio de 1926 al Secretario de Estado de los Estados Unidos, Frank B. Kellogg, una propuesta Tacna quedaría para el Perú, Arica para Chile y se cedería a favor de Bolivia un corredor de cuatro kilómetros de ancho que parta de la frontera boliviana (…) que conceda a Bolivia un acceso soberano al Océano Pacífico.
En ese mismo año el canciller de Chile Beltrán Mathieu emitió una Circular que expresaba la intención de su país de transferir a Bolivia una parte del Departamento de Arica, tal como lo había propuesto Estados Unidos en su rol de país mediador en el diferendo chileno-peruano.
En 1929 se suscribió el Tratado de Lima por el cual Chile obtuvo Arica y Perú recuperó Tacna y firmaron un Protocolo Complementario, que aludía a Bolivia porque contradecía todos los compromisos previos hechos en 1926.
En 1950 después de 24 años, se retomó las posibles relaciones de negociación entre Chile y Bolivia, producto de la transmisión del mando presidencial en Chile y fue Gabriel González Videla quién manifestó
su aceptación para iniciar negociaciones con miras a otorgar a Bolivia un acceso soberano al Océano Pacífico.
Ya en 1961 cuando se estaba retomando las negociaciones, el embajador Manuel Trucco que residía en la ciudad de La Paz, había indicado que se retomaría las negociaciones pero fue que en 1962 Chile hace el desvío de las aguas del rio Lauca, lo cual provocó el rompimiento de las relaciones diplomáticas entre Bolivia y Chile.
En 1975 se firma una “Declaración Conjunta”, entre los Presidentes de Bolivia Gral. Hugo Banzer y de Chile Gral. Augusto Pinochet, en la localidad de Charaña.
Llegamos a la OEA para 1979 y durante la IX Asamblea General se aprobó la Resolución 426 en la que se reconoció que el problema marítimo de Bolivia es un asunto de interés hemisférico, recomendaron a las partes que inicien negociaciones encaminadas a dar a Bolivia una conexión territorial libre y soberana con el Océano Pacifico.
Hasta aquí habíamos llegado a un siglo y diez años más de constantes búsquedas de solución al enclaustramiento marítimo de Bolivia pero no avanzaba.
El impulso que da el organismo internacional ayuda a rehacer las negociaciones en base a buscar el anhelado deseo de salir al mar, mediante acuerdo y es en la década de los ochenta que se propone el “enfoque fresco”.
El escenario principal de la negociación tuvo lugar en Montevideo (Uruguay) entre el 21 y 23 de abril de 1987. En esa oportunidad el Canciller de Bolivia entregó dos memorandos al Canciller chileno. El primero propuso la cesión a Bolivia de una franja territorial soberana al
norte de Arica unida al territorio boliviano, y el segundo la cesión de un enclave que no perjudicaría la continuidad territorial de Chile.
En el mismo año mediante un comunicado de prensa de 9 de junio de 1987 Chile rechazó categóricamente las propuestas de Bolivia, dando así por terminado de manera abrupta el proceso de negociación sin que éste pudiera alcanzar el objetivo planteado.
LOS AÑOS 90 DECADA DE LAS AGENDAS
En febrero del 2000 los Ministros de Relaciones Exteriores de Bolivia y Chile, se reunieron en Algarve (Portugal) donde resolvieron conformar una agenda de trabajo que incorpore todas las cuestiones esenciales de la relación bilateral “sin exclusión alguna”. En Quebec en abril del 2001, es refrendado lo acordado en Algarve.
El año 2003, en un encuentro realizado en la XIII Cumbre Iberoamericana en Santa Cruz, Bolivia el 14 de noviembre de 2003, entre los Presidentes de Bolivia Carlos D. Mesa y de Chile Ricardo Lagos, consideraban que era el momento adecuado para reanudar la discusión de un acceso soberano de Bolivia al Océano Pacífico.
Ricardo Lagos replicó que coincidía en que la soberanía era “la cuestión”, pero que su tratamiento debía realizarse al final del camino y no al principio. Incluso manifestó su disposición de hablar sobre soberanía si Bolivia lograba que Perú acepte la cesión de un corredor soberano que atraviese un ex territorio peruano.
En el año 2005 reuniones entre los presidentes Eduardo Rodríguez Veltzé y Ricardo Lagos, se reunieron en cuatro oportunidades en : Nueva York, Salamanca, Mar del Plata y Montevideo, encuentros en que se promovió el diálogo sin excluir tema alguno, inclusive el más sensible, el del enclaustramiento de Bolivia.
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