Las fuerzas gubernamentales sirias asestaron ayer un duro golpe a los rebeldes del enclave de Guta Oriental, a las afueras de Damasco, dividiendo en dos el bastión opositor y aislando su principal población, Duma, del resto de las zonas que aún controlan las milicias islamistas.
Según la ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos, las tropas leales al presidente sirio, Bachar al Asad, han aislado las localidades de Duma, Harasta y las granjas de Al Rihan del resto de Guta Oriental, objetivo de una gran ofensiva militar por parte del régimen sirio.
El Observatorio precisó que, además, los soldados, que cuentan supuestamente con el apoyo de Rusia, consiguieron cortar las comunicaciones entre Duma y Harasta tras tomar de manera efectiva gran parte del territorio que separa ambas localidades y de tener el resto de las zonas al alcance de su armamento.