Juicio civil contra Gonzalo Sánchez de Lozada
El expresidente Carlos Mesa, a través de su blog personal, aclaró ayer que a solicitud de la Corte de Fort Lauderdale respondió a un cuestionario escrito que le enviaron con 34 preguntas en relación a los hechos de “octubre negro” y desmintió las acusaciones en su contra en relación a que se habría negado a ser testigo del juicio civil contra el expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada y el exministro de Defesa, Carlos Sánchez Berzaín.
“El 13 de noviembre de 2017, mediante el Tribunal Supremo de Justicia, recibí el pedido oficial a través de un Exhorto Internacional firmado por el juez Barry S. Seltzer del ‘Tribunal de Distrito de los EEUU para el Distrito Sur de Florida, División de Fort Lauderdale’, para responder por escrito un cuestionario de 34 preguntas”, señala Mesa en su comunicado.
En ese sentido, el también ex mandatario boliviano ratificó que las 34 preguntas estaban referidas, en su totalidad, a las declaraciones que él ya había realizado en la Corte Suprema de Justicia de Sucre –como parte de un proceso penal instaurado en contra de Sánchez de Lozada por los mismos hechos– y sobre lo expuesto en su libro titulado Presidencia sitiada.
Por este motivo, explica, que en procura de evitar vicios de nulidad en algunos de los dos procesos instaurados en contra de Gonzalo Sánchez de Lozada – uno penal en Sucre y uno civil en EEUU- decidió transcribir sus declaraciones emitidas en el Corte Suprema de Justicia así como mandar un ejemplar de su libro para que sean utilizados como su testimonio en el juicio que se desarrolla en territorio norteamericano.
“En decisión conjunta con mi abogado ( Carlos Alarcón), y con el objetivo de no incurrir en el riesgo de dar un mismo testimonio en dos procesos distintos sobre un mismo caso, hecho que podría ser usado como argumento para objetar su validez en cualquiera de las dos instancias, decidí enviar el 20 de noviembre de 2017 una transcripción de la totalidad de mi declaración como testigo en el Juicio de Responsabilidades que se llevó a cabo en la Corte Suprema de Justicia de Bolivia y un ejemplar del libro Presidencia sitiada para que sean utilizadas como mi testimonio en el juicio civil que se desarrolla en los Estados Unidos”, asevera Mesa.
En esa línea, Mesa rechaza enfáticamente las acusaciones, a las que califica como “calumniosas” y lamenta que hayan sido usadas en su contra, “de un modo vergonzoso para intentar dañar mi honor y mi compromiso indeclinable con los Derechos Humanos. Compromiso probado inequívocamente durante mi gestión de gobierno que hizo del respeto a la vida una causa de Estado”, añade.
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