Grandes empresas estatales presentan fallas

Parlamentarios del oficialismo y oposición mostraron su extrañeza por la segunda paralización de la planta de Urea y Amoniaco de Bulo Bulo en el corto tiempo de 6 meses, y anunciaron peticiones de informes orales y escritos tanto al presidente de YPFB como al Ministro de Hidrocarburos. Yacimientos se adelantó a decir que se trata de un paro “programado” de operaciones. El propósito para esta planta, cuya construcción data del 2014 y fue entregada el 2017, era la exportación del producto en un 80% y un 20% para el consumo interno.

Al parecer ese propósito aún no se ha concretado, en específico con el Brasil, por lo que según los indicados parlamentarios no hay daño económico en el rubro exportador. Según declaraciones del senador Oscar Ortiz de UD, determinada cantidad de urea llegó a Puerto Suárez, pero no fue recibida por los presuntos compradores brasileños, en vista de no cumplir “especificaciones técnicas ni de calidad”. Sin embargo, se habría dado el daño económico por el costo del trasporte hasta la frontera y por encontrarse la urea en peligro de descomposición por la humedad. Sobre estos extremos no se conoce todavía la palabra de los ejecutivos de YPFB.

El caso es que no se trata solo de una fuerte inversión estatal que empieza a dar muestras de ineficiencia, supuestamente por impericia del personal encargado del manejo de la planta o, lo que sería peor, por mala ejecución del proyecto a cargo de una conocida firma coreana. Lo propio estaría ocurriendo con la empresa estatal azucarera San Buenaventura. Su primer tropezón se debió a la escasa producción de caña en la región, aunque su gerente salió al paso para asegurar que la presente gestión producirá 300.000 quintales de azúcar, además de alcohol y energía eléctrica. El primer producto –dice- se exportó a Italia y al Perú. No obstante, es criterio general que el azúcar de San Buenaventura es desconocido en el mercado paceño.

A lo anterior, se suma el crédito contratado con el Eximbank de China para la explotación de hierro en el Mutún. La primera fase del mismo tuvo lugar con un decreto supremo que da curso a la negociación y el informe favorable de la Comisión de Planificación y Política Económica de Diputados. La implementación correrá a cargo de otra empresa china financiada con el señalado crédito. Los antecedentes señalados sugieren que debe primar el máximo celo y cuidado de las autoridades a fin de asegurarse que los proyectos sobre la base de enormes endeudamientos garanticen capacidad y solvencia de las empresas asignadas.

No se debe perder de vista los costos de estos emprendimientos: la planta de urea en total significó una erogación de 1.300 millones de dólares; la construcción e instalación 953 MM de dólares y el resto es el costo de 500 vagones adquiridos para una ferrovía que no fue ejecutada por un consorcio chino. El Mutún demandará a su vez la inversión de 396 MM de la misma moneda, mientras el complejo azucarero San Buenaventura rondó un costo parecido al anterior.