PSICOLOGÍA
Yackieline Rodriguez, psicóloga
El hogar y el colegio son pilares básicos sobre los que se asienta la educación de los hijos en edad infantil y adolescente. Aunque hay maneras estilos de crianza distintas, es necesario tener en cuenta que tanto los padres como las madres son igualmente capaces de interpretar las señales de sus hijos (hambre, sueño, molestias, etc.) e igualmente capaces de responder a ellas de manera adecuada.
Cada familia, persona es diferente, con costumbres y características enmarcadas en las diferentes personalidades de sus miembros y en el contexto socioeconómico y cultural en el que están envueltos. Debido a esto, cada padre también es distinto y tiene diversas maneras de crianza de sus hijos y de formación de la familia.
No existe un manual específico para ser el mejor padre, he aquí algunas sugerencias que ayudarán a mantener una muy buena relación con los hijos sea cual fuese la situación, como una familia integrada, como papá separado, o realizar la función de una figura paterna.
1 Da tiempo a tus hijos.- Realiza un plan de juegos, salidas, comidas, etc. y separa tiempo en tu agenda para dedicarte única y exclusivamente a tus hijos; ellos nunca olvidarán esos momentos.
2 Demuestra tu afecto.- Sentir y demostrar afecto, aceptación y seguridad de parte de un padre ayuda a que los niños desarrollen una buena autoestima.
3 Crea un ambiente de amor y respeto.- Además del cariño hacia tus hijos y el tiempo que les dedicas, es importante que ellos vean que respetas a su madre, ya sea que ella y tú estén juntos o no. Esto dará a los niños la seguridad y estabilidad que necesitan para desarrollarse.
4 Aprovecha cada oportunidad.- Convierte los tiempos de comida, quehaceres de la casa, tareas de la escuela, paseos y cualquier situación en una oportunidad más de compartir y enseñar a tus hijos valores como: el amor al trabajo, ser agradecidos, la honestidad, el servicio y el trabajo en equipo.
5 Comunícate en forma positiva.- Anima a tus hijos a dar siempre lo mejor de sí mismos y resalta sus destrezas y virtudes. Ellos necesitan tu aprecio y aliento. Escucha a tus hijos; conoce sus historias, sus intereses y sus temores; déjales saber que pueden confiar en ti.
6 Lee con tus hijos.- Enséñales el amor a la lectura desde muy pequeños. Leer es una de las mejores maneras de garantizar que ellos tengan una vida de éxito. Cuando vayan a la escuela, ayúdales con las tareas, comparte con ellos la alegría de saber y aprender constantemente.
7 Disciplínalos con amor y paciencia.- Pon reglas claras, justas y razonables. Recuerda que el objetivo es que los niños desarrollen un buen comportamiento y carácter. No dejes que el enojo te domine; si es necesario toma tiempo para pensar y discutir con tu pareja la mejor manera de corrección que ayude a los niños a entender la lección y mejorar.
8 Enséñales con tu ejemplo.- Tus acciones hablan más fuerte que tus palabras. Tus hijos imitarán tu comportamiento lo quieras o no. Sé consistente en lo que dices y haces. Muéstrate ante ellos honestamente como un ser humano con virtudes y defectos y verás que ellos también aprenderán a confiar en ti y a ser honestos siempre.
9 No los sobreprotejas.- Déjalos vivir. Es importante que tus hijos sepan que tu amor hacia ellos es incondicional y que pueden contar contigo en cualquier circunstancia, pero ellos también necesitan entender que sus acciones tienen consecuencias y que sus decisiones, buenas o malas, marcarán su destino.
10 Crea memorias, guárdalas, y compártelas con ellos.- Los momentos que estás viviendo hoy con tus hijos son la historia de tu familia y pasan tan rápido. No dejes que se te escapen. Toma la foto, graba el video, escríbeles una carta o tarjeta en esas ocasiones especiales. Compartir estas memorias te ayudará a recordarles de dónde vienen y guiarlos hacia dónde van en la vida.
En conclusión es importante el rol de padre, aprender a tener una relación estrecha con los hijos, compartir sensaciones desde el embarazo de la pareja, cuando nacen y van creciendo, la manera en que el papá lo espera, lo recibe, lo mira, lo conoce, le da un nombre, una identidad, un lugar, hasta como lo lleva en brazos, lo hace dormir, le enseña a caminar. Todas estas pequeñas-grandes acciones arman modelos o matrices de enseñanza-aprendizaje para todos los futuros aprendizajes de la vida de tus hijos.
No olvidemos que la presencia paterna no siempre es a través de la presencia física, sino que está en la palabra de quien lo nombra y lo que se transmite del papá cuando no está, aquella persona que sustituye al abuelo, tío y que intenta ser un buen papá para los niños.
Papá, palabra mágica que encierra a una persona única y a un mundo que abre puertas, dándole mucha seguridad a los hijos en su vida.
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