En un ambiente marcado por la congoja por la pérdida de cinco personas en el aluvión del 6 de febrero, los vecinos de Juventud Chilimarca recriminaron al presidente Evo Morales, el vicepresidente Álvaro García Linera y al gobernador Iván Canelas, por la falta de apoyo después del desastre que dejó sepultadas bajo el lodo más de un centenar de viviendas.
El dirigente de la junta vecinal, Víctor Cadima, informó que el plan de contingencia apenas avanzó un 40 por ciento y no un 90 como sostienen las autoridades. En tanto que, la limpieza en la torrentera Taquiña, arriba de la cota 2.750 del Parque Nacional Tunari, aún no empezó y el riesgo de un nuevo deslizamiento persiste.
En tanto que los vecinos expusieron la dramática situación en la que viven a más de un mes del desastre y relataron que muchos no tienen ni una tasa para tomar agua. (Los Tiempos)
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