En 18 años se triplicó población carcelaria

Datos de Régimen Penitenciario dan cuenta que en 18 años se triplicó el número de personas detenidas en las 61 cárceles de Bolivia, de 5.577 en 2001 a los cerca de 18.000 en esta gestión, de la cual más del 70% es recluida bajo la figura de “detención preventiva”, es decir, no cuenta con sentencia.

Luego de los hechos suscitados durante la requisa al penal de Palmasola, en Santa Cruz, que terminó con la muerte de ocho privados de libertad, se puso en duda la política carcelaria y el sistema de justicia que llevó al aumento del hacinamiento penitenciario en el 270%.

Según el informe del viceministro de Régimen Interior y Policía, José Luis Quiroga, en Bolivia existen 18.000 privados de libertad, empero los centros penitenciarios sólo tienen como capacidad máxima la internación de 6.000 reclusos.

Los datos señalan que el 20% de esa población son mujeres y los jóvenes suman el 35% del total.

DATOS DEL INE

Según datos del INE, al año 2013, de los 5.577 reclusos verificados al 2001, en 2010 esa cifra se había casi duplicado con 9.406 internos, pero el agravamiento de esta insólita situación es que en 2017 sumaron un total de 17.264.

Por tanto, uno de los problemas derivados del incremento de la población carcelaria tiene que ver con los niños que viven dentro las cárceles con sus progenitores. Un último informe emitido por el Director de Régimen Penitenciario, Jorge López, en las cárceles viven cerca de 600 menores de seis años.

Sólo en Palmasola, el miércoles, se desalojó al menos a un centenar de niños que vivían en celdas del padre junto o la madre.

Las restricciones a su estadía y visitas surgieron luego que la madre de una menor de ocho años fue sorprendida con videos de pornografía infantil de su pequeña, siendo violada por el padre, al interior del penal de Palmasola.

El padre, que había sido sentenciado a 18 años de cárcel por violación, ahora afronta un nuevo proceso, mientras la progenitora decidió quitarse la vida al interior de las celdas judiciales, al haber sido sindicada de complicidad en la comercialización de los videos de su hija, en condición de pornografía infantil.