Ministerio de Gobierno conocía pugnas al interior de Palmasola

A dos días del operativo policial al penal de Palmasola, en el que perdieron la vida ocho personas y hubo decenas de heridos, el Ministro de Gobierno, Carlos Romero, reveló que un factor que influyó para tomar la decisión de intervenir la cárcel fue “la latente amenaza de una confrontación entre grupos de poder al interior del penal”, aspecto que era conocido desde 2013 por autoridades de seguridad interna del Estado.

Aseguró que en el centro de reclusión se había formado una organización criminal, la cual tenía sostén económico de manera ilegal.

Señaló que este grupo cobraba a los nuevos internos un “seguro de vida”, de entre 1.000 a 1.500 dólares, para permitirles vivir en el lugar. Agregó que se recibió denuncias en sentido de que quienes no pagaban las exigencias que les hacían, sufrían torturas en sectores del penal que eran inaccesibles para la Policía.

Romero indicó, además, que la organización criminal extorsionaba a los proveedores de servicios al penal. Se investiga también si es que recibían soporte económico de parte del PCC de Brasil.

Según el Departamento de Inteligencia, los internos preparaban un motín para desatar la masiva fuga. Indicó que los reos tenían armas y estaban instalando trincheras, en las cuales usarían más de 700 garrafas como explosivos y planearon lanzarlos a los policías. Según la autoridad, los reos no sólo proyectaban la fuga, sino también pretendían realizar atracos, especialmente en Santa Cruz.

Las autoridades programaron realizar la requisa el domingo 11 de marzo, pero fue postergada en consideración de las visitas que reciben los reos en esos días. El miércoles 14 destinaron 2.300 efectivos de Policía, por tierra y aire, para ingresar a horas 4:15 de la madrugada al penal y reprimir al grupo criminal.

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