Gran preocupación causó en la colectividad nacional el hecho de que el Tribunal Constitucional haya emitido un fallo, el pasado 28 de noviembre, habilitando al presidente Morales para una reelección indefinida; un fallo que, a todas luces, es ilegal por ser inconstitucional, especialmente si el TCP tenía el antecedente del resultado incuestionable e indiscutible del 21 de febrero de 2016 que rechazó, categórica y terminantemente, nuevas postulaciones para reelecciones ilegales.
A propósito, el expresidente Carlos Mesa ha hecho públicos razonamientos claros y precisos en relación con la pretensión de una reelección indefinida. Pidió que el actual Tribunal Constitucional anule el fallo de sus anteriores colegas porque sería “una legítima reivindicación democrática de nuestra sociedad” y agregó que lo hecho por el TCP vulneró las normas por lo siguiente: “Porque no tiene atribución alguna para modificar la Constitución (CPE) al declarar la inaplicabilidad de cuatro de sus artículos, lo hizo. El TCP no puede desconocer con un fallo la voluntad inalienable del pueblo boliviano, el único con atribuciones para modificar parcial o totalmente la CPE; a sabiendas, desconoció esa voluntad”. “El TCP ‘interpretó’ arbitrariamente el artículo 23 de la Convención Americana de DDHH, invirtiendo los bienes defendidos; la defensa del ciudadano ante las arbitrariedades del Estado, se transformó en la justificación de los afanes de control indefinido del poder de quien lo ejerce, por encima del mandato constitucional que limita su poder arbitrario votado por el pueblo en Referendo en 2009”.
Son precisas las afirmaciones del Lic. Mesa y reflejan el sentir y sentimiento y criterio de toda la colectividad y, además, puntualizó lo siguiente: “El 25 de septiembre de 2017 la sentencia del TCP referida al caso Focas, incluyó la cita de un párrafo del fallo que habilitó a Morales el 28N, es decir ¡dos meses y tres días antes, el TCP ya tenía el fallo redactado. Aun peor, la admisión de la solicitud que hicieron parlamentarios del MAS que pedían al TCP habilitar al Presidente para las próximas elecciones, se hizo el 28 de septiembre de 2017, es decir que ¡el TCP ya había redactado el fallo favorable a Morales tres días antes de admitir para su consideración la petición del MAS!”.
Señaló el expresidente que esas son razones suficientes para que el TCP emita su dictamen. “Esa palabra, por las razones anotadas no puede ser otra que la anulación del fallo del 28N. Igual que el Tribunal Supremo Electoral deberá cuando corresponda, hacer prevalecer el mandato del 21F de no aceptar la candidatura del Primer Mandatario, por encima del fallo del 28 (de noviembre)”, añadió.
Ante las explicaciones claras y contundentes, solamente correspondería que el nuevo Tribunal Constitucional anule lo decidido por el anterior, no hacerlo implicaría grave violación a la Carta Magna y a las decisiones del pueblo boliviano.
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