Miradas de prevención
Cap. M.Sc. Christian Duk Escobar
Al acoso escolar (bullying) se lo define como un comportamiento malintencionado y doloroso que se da repetidamente en una relación social, que puede ser de cualquier tipo. Se caracteriza porque hay un desequilibrio entre el poder o la fuerza física entre las partes implicadas.
Reconocer las principales características del acoso escolar puede ser difícil, ya que las personas que lo sufren suelen tener miedo de hablar sobre el tema, o pueden sentirse avergonzadas. Lo que dificulta su reconocimiento y los lleva a ocultar lo que está pasando.
Debemos enseñar a nuestros hijos que lo esencial es dejar que alguien más conozca la situación, porque puede ayudar a resolver el problema y que tomen conciencia de que tú estás ahí para ayudarlos. Como padres debemos involucrarnos un poco más en las actividades de ellos, darles a entender que solos no podrán solucionar un problema de esta magnitud, que también pueden confiar en sus maestros, en la policía, o en algún adulto de su entera confianza.
Hay diferentes tipos de bullying que se presentan en muchos contextos, especialmente los que tienen que ver con las etapas escolares. Como padres de familia podemos prevenir y preparar a niños y adolescentes para actuar de una forma sana frente a este flagelo. A continuación mencionemos algunos tipos de bullying y las medidas que deberíamos tomar frente a este flagelo.
Acoso verbal: Involucra el uso de palabras crueles y despectivas, de apodos y comentarios irrespetuosos sobre la otra persona. Estos comentarios pueden referirse a aspectos de la apariencia física, religión, raza, condiciones físicas particulares, orientación sexual y otros rasgos distintivos del afectado.
Los niños suelen mostrar como consecuencia pérdida de apetito o cambios repentinos de humor. En otros casos, los niños preguntarán si las palabras hirientes que escucharon sobre ellos son o no ciertas.
Enséñales a ignorar los insultos que le digan. Es difícil ignorar insultos, rumores y comentarios, pero si lo preparas harás que parezca que los apodos no lo dañan, entonces el acosador perderá poder y confianza. Principalmente debemos enseñarles a confiar en nosotros. Fortalece la independencia y la confianza de tus hijos en lo que son y lo que pueden hacer. Es necesario mostrarles frases y acciones seguras y constructivas que se puede tomar al estar enfrentados con este problema. Tu hijo debe saber que los acosadores verbales suelen tener amigos que se unen a la “diversión”. Enséñale a debilitar al acosador principal para que este luzca débil enfrente de sus amigos al ignorarlo y fingir que ni siquiera está ahí.
Acoso físico: Se da cuando la intimidación sobrepasa las palabras y termina en golpes, empujones y contactos físicos inapropiados e incómodos. Los signos de advertencia, cuando tus hijos no informan sobre la situación, son cortadas, arañazos, moretones, prendas de vestir dañadas o dolores inexplicables.
Al conversar con ellos, pregúntales cómo transcurren sus jornadas en la escuela. Dependiendo de su respuesta, pregunta si hay alguien que los molesta o les hace daño y verifica que la respuesta coincida con la reacción.
Una de las mejores medidas para evitar que una situación de éstas siga sin divulgación es incentivar la comunicación fluida con tus hijos. Demuéstrales que pueden confiar en ti y contarte cuando algo así tenga lugar.
Acoso en las relaciones personales: Se manifiesta en exclusión o rechazos sociales agresivos. Se manifiesta en comportamientos como la prohibición para ingresar a un grupo, para participar en un juego o para involucrarse en una actividad social.
Su sintomatología es similar a los otros tipos de acoso, como las alteraciones en el temperamento. Vigila también si ahora pasa más tiempo en soledad que en días anteriores; también considera que en el acoso de este tipo, las niñas suelen ser más afectadas.
Para prevenirlo, acostúmbrate a realizar una práctica nocturna en la que hables con tus hijos sobre cómo transcurre su día. Ayúdales a encontrar pasatiempos y actividades que los motiven y hagan posible la interacción asertiva. Estimula talentos como la pintura, la habilidad musical y las aptitudes deportivas.
Acoso cibernético: hoy parece ser el más común, consiste en la difamación o en la interacción malintencionada a través de redes sociales, mensajes de texto o correos electrónicos. Lo más común es que se presenten falsos rumores, palabras racistas, homofóbicas o denigrantes hacia la víctima, todo con el fin de crear un ambiente hostil.
Por lo general, se denota que los niños que sufren de este tipo de acoso pasan más tiempo en línea y después de hacerlo manifiestan comportamientos de ansiedad. Otra consecuencia común de estos tipos de bullying es la dificultad para dormir y la falta de deseo por ir a la escuela.
Como medida protectora, controla el tiempo y los sitios a los que pueden ingresar tus hijos. Para ello establece configuraciones de seguridad específicas. Mantente al tanto de los sitios más frecuentados por tus hijos y el tipo de contenido al que tienen acceso. Monitorea las actividades que realizan al estar en línea.
Nunca olvides que la mejor seguridad te la das tú.
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