Aprendizaje: ¡muera la escuela!, ¡viva la escuela! (II)

Cabe destacar en el Informe del BM (Informe sobre el desarrollo mundial: Aprender para hacer realidad la promesa de la educación): que las escuelas les están fallando a los estudiantes. Los niños llegan a la escuela mal preparados, mal nutridos y carentes de afecto, los docentes no tienen las competencias ni la motivación para enseñar, falta insumos en las escuelas y es mala la administración y gobernanza de las mismas. Los sistemas educativos les están fallando a las escuelas porque carecen de evaluaciones confiables y oportunas, que son necesarias para la innovación.

Pero también se abriga una esperanza –prosigue el Informe de BM–, donde se señala que en otras naciones se alcanza mejores resultados en la promoción del aprendizaje, y esto se logra con la innovación y las reformas que han generado mejoras sostenidas del aprendizaje en todo el sistema. Estas y otras ideas generadoras, como aprender más sobre el nivel de aprendizaje, basar las políticas en la evidencia para lograr que las escuelas estén al servicio del aprendizaje, construir y alinear a los actores, son sugerencias que se debe recoger por parte de los sistemas educativos y sus ministros –en algunos casos ante cualquier crítica demostrada que se les hace sobre educación, sólo salen a la defensiva–, para transformar las escuelas.

El Banco Mundial forma parte del “Estado Global”, como señalan algunos analistas, orienta su política exclusivamente a la educación primaria, su visión sobre el preescolar y la educación superior no es su prioridad. Desde nuestra perspectiva, todas las investigaciones científicas sobre educación son parámetros muy válidos para transformar las escuelas como los estudios de las competencias lectoras: “¡Niños que leen bien, país que educa bien!” (BM, 2005).

Otro ángulo de análisis que contribuye el informe mencionado es que gracias a las neurociencias y a las innovaciones de los educadores se hace más efectiva el aprendizaje en los estudiantes. Las neurociencias en el sistema educativo y el Ministerio de Educación del país, ni la intuyen como política educativa. Por otro lado, hay dos aspectos que cuestionamos del informe: uno, es la idea que tiene el BM acerca del sujeto educativo. El niño, es un sujeto y no un objeto, por lo tanto, la denominación de “guardería” (Informe BM, p. 21), no corresponde de acuerdo con la pedagogía científica actual; y dos, en el comportamiento humano las competencias socioemocionales incluyen lo cognitivo, como lo cognitivo contiene lo emocional; no como el informe señala que “las competencias socioemocionales… también conocidas como habilidades no cognitivas”. (p. 9).

Como conclusión: toda investigación compartida sobre educación debe ser reconocida y valorada. Y sobre el artículo de Chávez, es muy importante que los economistas se interesen sobre la educación y el aprendizaje como los educadores sobre economía. Creo que todos estamos de acuerdo con que la educación es muy necesaria en lucha contra la pobreza. Pero hay otras pobrezas que la sociedad y la escuela deben enfrentar: como la pobreza espiritual y la de los valores humanos, por tanto es urgente una educación integral y aplicar una revolución pedagógica en el aprendizaje. (15-3- 18).

El autor es educador.