Fiscalía desprecinta escena de las explosiones en Oruro

La Fiscalía Departamental de Oruro emitió la resolución para el desprecintado de los dos escenarios donde se perpetraron las dos explosiones de dinamita, el 10 y 13 de febrero, durante la fiesta del carnaval, donde perecieron 12 personas y otras 60 quedaron heridas.

La resolución pasó a conocimiento de la Alcaldía de esa ciudad que a 35 días de aquellos fatales hechos, al menos 20 trabajadores de la Empresa Municipal de Aseo Oruro (EMAO) procedieron a la limpieza de los escombros que aún quedaban esparcidos en el área que hasta hoy había permanecido precintado en las calles Backovic, avenida del Ejército y la calle Caro.

Al momento de los trabajos de limpieza, no estuvieron presentes los investigadores policiales ni funcionarios de la Fiscalía, sólo los vecinos y el gerente de EMAO, Nicanor Laura, quien explicó que están procediendo a pedido de los vecinos del lugar y bajo requerimiento fiscal.

“Es triste pero ese es el trabajo que nos encargaron y tenemos que cumplir”, comentó uno de los trabajadores. “Nos indicaron que hagamos la limpieza con sumo cuidado porque también podríamos ver algunos restos sospechosos que podríamos encontrar, de esa manera estamos realizando con calma la barrida”, acotó.

Para los vecinos es un alivio porque sus vidas cotidianas volverán a la normalidad.

Para mucha gente queda un profundo temor de que la limpieza de esta mañana sea un borrón y cuenta nueva en dos hechos macabros que han dejado 12 muertos y al menos 60 heridos, sin ningún resultado para identificar al o los autores.

Entre los únicos datos que cuenta la investigación, desde el Ministerio de Gobierno aún se valora los cerca de 80 testimonios que se han tomado de un total de 192 que serán citados para que presten la declaración informativa.

Por otro lado, la Policía anunció que se debe realizar un cruce de llamadas de las cerca de 2.000 que reportó una de las empresas de telefonía móvil, que mediante sus radio bases detectaron que se dieron en cercanías de las explosiones.

Al momento, una de las hipótesis es que ambas explosiones de dinamita están ligadas a una disputa familiar por el patrimonio de una de las primeras víctimas, la vendedora de chicharrón Ana Fernández, que entre sus propiedades se afirma tenía terrenos donde se ha detectado una beta de oro.

Otro de las conjeturas es que el responsable de estas dos explosiones sea una sola persona, en este caso un supuesto psicópata, según un informe del Instituto de Investigaciones Técnico Científicas de la Policía que envió a las autoridades que investigan el caso.

Las investigaciones continúan y, entretanto, se mantiene la recompensa de 150 mil bolivianos que ofreció en febrero el presidente Evo Morales para quien dé información fidedigna de los atentados.