El amor por la pelota y el apoyo de sus padres

Pregunta.- ¿Cuándo y cómo llega el amor por la pelota?

Respuesta.- Llega a los siete años veía entrenar en la Academia Tahuichi, ellos trabajaban en el estadio. Ingresé a la Tahuichi y logré una beca.

P.- ¿La pierna zurda siempre fue virtuosa?

R.- Mi padre me hacía boxear y cuando comenzó a gustarme la pelota noté que con la pierna izquierda podía hacer cosas diferentes y en el barrio me dedicaba a jugar. Me di cuenta que gustaba mucho.

P.- ¿En el boxeo pegabas con la zurda?

R.-(Risas) No, soy zurdo para todo.

P.- ¿Tus padres siempre te apoyaron?

R.- Siempre, el apoyo de mi madre de mi padre. Sobre todo de mi madre, que en paz descanse, me acuerdo una anécdota que cuando tenía 11 años e íbamos a viajar con la Academia Tahuichi, pero el técnico me dejo, por lo que me puse a llorar y mi madre (Wilma Dávalos) me consoló. Además le pidió explicaciones al entrenador porque yo venía haciendo bien las cosas, en ese momento tuve un buen impulso porque logré viajar y seguir adelante.

P.- ¿Te acuerdas de ese técnico?

R.- Sí. El técnico se llama César Soto, a veces conversamos, porque me enseñó mucho, cómo tener los pies en la tierra pasé lo que pasé en el fútbol. Es una persona que conoce mucho al fútbol, que ayudó mucho para seguir adelante.

P.- ¿Te llevas bien con el “Conejo” Arce?

R.- Me llevo bien porque nos conocemos desde los 7 años. No estamos muy cercanos, en este momento, pero la historia de vida es muy similar. Es un gran amigo, una gran persona.

P.- ¿El otro era José Luis Chávez?

R.- Sí, que ahora está en Royal Pari. Con Chávez tuvimos muchos viajes, compartimos mucho en la Academia Tahuichi. Siempre nos hemos apoyado.

P.- ¿Siempre jugaste de mediocampista?

R.- No, comencé como delantero, era el número 11. Luego, a los 14 años fui lateral, luego pasé a ser mediocampista defensivo. A los 16 años, el profesor Toninho (de la Academia Tahuichi Aguilera) me dijo te veo flaquito para ser volante de marca, porque te van a golpear mucho y me subió algunos metros. Desde ese momento comienzo a jugar como un enganche.

P.- Te enamoraste de la camiseta número 10.

R.- Me enamoré en Callejas (club cruceño), a la edad de 17 años pude jugar con jugadores de 25 años en el fútbol de Asociación. Los comentarios en ese momento era que estaba listo para jugar de manera profesional. Me voy por seis meses al Gremio porque entrenadores brasileños me vieron jugar en un campeonato internacional con Tahuichi.

P.- Me imagino que fue difícil la primera salida.

R.- Sí, sufrí bastante. Era joven, con 17 años, extrañé mucho a mi familia. Estaba en un momento complicado porque mi madre falleció, mi padre se marchó a trabajar a España y prácticamente estaba solo. La gente de Gremio me quería, deseaban retenerme, pero tomé la decisión de volver al país.