Más recursos para salud pública

Ni cumbres por la salud organizadas por astutos dirigentes políticos ni leyes elaboradas por legos en la materia podrán ser las bases que el gobierno requiere para enfrentar las duras realidades de la salud en Bolivia.

Lo que en concreto y sin engaños se requiere es más recursos financieros para contar con eficientes servicios de primer, segundo y tercer nivel en materia de salud pública, que los gobiernos anteriores y pasadas gestiones ministeriales ignoraron. A este respecto y en honor a la verdad, la actual Ministra de Salud no es responsable de aquellos errores, pero sí estimamos que le corresponde la dura tarea de diagnosticar seriamente, ordenar y planificar las soluciones prácticas para este grave problema de necesidad nacional, partiendo de lo que significan los mandatos constitucionales y legales sobre la materia.

El Art. 37 de la Constitución dispone: “El Estado tiene la obligación indeclinable de garantizar y sostener el derecho a la salud, que se constituye en una función suprema y primera responsabilidad financiera”. Esto quiere decir que el Estado debe consignar un presupuesto adecuado para interpretar esa primera responsabilidad financiera.

De ninguna manera se desea que los gastos que demandan los servicios para cuidar la vida y la salud de los bolivianos puedan incidir sobre la estabilidad económico-financiera de carácter fiscal, porque la realidad muestra que existen otras instituciones autónomas y privadas que le ahorran al Estado elevados gastos en este orden.

De otra parte, no se debe olvidar, deliberadamente o no, que el Ministerio de Salud ya cuenta con un Sistema Nacional de Salud muy bien estructurado, dentro del cual están: 1º El Sub-Sistema de Seguros Sociales a Corto Plazo, en el cual se encuentran 7 cajas de salud, creadas mediante DS 25.798, bajo la protección del Derecho Social, por lo que su independencia de gestión debe ser respetada. 2º El Sub-Sistema de Salud Pública bajo el mandato del Derecho Administrativo, para cuyo efecto existen direcciones de Sedes en cada departamento del país. 3º El Sub-Sistema donde se encuentran las ONGs, la Iglesia y las organizaciones sin fines de lucro, bajo la protección del Código Civil. 4º el Sub-Sistema Privado que comprende a las clínicas particulares, las empresas de responsabilidad limitada y consultorios privados, bajo la protección del Código de Comercio.

¿Dónde radica la grave crisis en materia de salud? Miles de jubilados, trabajadores y del Seguro Voluntario se encuentran en el 1er Sub-Sistema, que se sostiene con el aporte de sus asegurados y tiene un funcionamiento eficiente y organizado con calidad y calidez médica, sin demandar algún apoyo económico del Estado. El 3er Sub-Sistema, privadamente, con sus propios recursos económicos atiende sus servicios de salud. El 4º Sub-Sistema tiene instalaciones propias y de igual manera se sostiene según la oferta y la demanda de sus servicios, que pacientes escogen de acuerdo con sus posibilidades económicas.

En el 2º Sub-sistema, que es el de Salud Pública, radica la dura crisis de la salud en el país, por haber sido descuidado y negligentemente atendido por el Estado, al carecer de policlínicos y servicios hospitalarios debidamente equipados, al tener farmacias desabastecidas y carentes de recursos humanos médicos y paramédicos. Existen numerosas denuncias sobre que sus equipos médico-quirúrgicos actualmente se encuentran deteriorados, poniendo en peligro la vida y la salud de sus pacientes.

Todo esto está poniendo al descubierto que el Art. 37 de la Constitución está siendo ignorado en su cumplimiento y ahora corresponde, con urgencia, que por “gestión histórica de buen gobierno” los errores pasados y presentes sean corregidos, si es posible en esta gestión ministerial, gracias a la capacidad y responsabilidad de sus profesionales médicos, abogados y economistas. Del ordenamiento y la planificación de los servicios públicos de salud que corresponden al Estado, a las gobernaciones y a los municipios, se debe pasar obligadamente a la valoración financiera de requerimientos, en el máximo de un quinquenio a partir de la presente gestión.

Con seguridad, estimamos que la Organización Mundial de la Salud, la Organización Panamericana de la Salud, las ONGs Salud y los países amigos de Europa prestarán su cooperación a Bolivia en cuanto a equipamiento moderno y especialización de profesionales médicos.

Se ha dicho en esferas de gobierno, con ligereza inexplicable, que construir canchas tiene igual valor que construir hospitales. Tamaño error no conjuga con la seriedad de un buen gobierno. En una cancha se muestra solamente la técnica de los jugadores, en tanto que en hospitales se precautela la vida y la salud de los bolivianos.

Luego de la planificación planteada por el Ministerio, al gobierno solo le resta cumplir el mandato del Art. 37 de la Constitución que dice: “El derecho a la salud es la primera responsabilidad financiera del Estado”.