A la calidad argumentativa de los juristas que representan a Bolivia en la demanda ante la Corte Internacional de Justicia, junto a los elementos históricos y jurídicos expuestos que juegan a favor del país, se suma el desconocimiento de los representantes y voceros chilenos acerca de los antecedentes y fases del diferendo que se remonta a 130 años atrás. Dicha desorientación es el resultado de la subestimación permanente de Chile hacia Bolivia y de la poca o ninguna importancia que en general prestaron al conocimiento del tema, anclados en la superioridad material y económica que ostentan sobre su vecino.
Tal situación los lleva a sostener que su oponente recurre a tergiversar tanto lo histórico como lo jurídico. Por su parte, aportan una flagrante inexactitud como novedad en esta larga disputa, cuando dicen que un antecedente de la guerra de 1879 es que Bolivia quería expulsar de sus costas a los ciudadanos chilenos, arrebatarles sus bienes y además apoderarse de las industrias que en sociedad con capitales ingleses explotaban las guaneras y salitreras bolivianas, empero sin aportar prueba alguna al respecto, por lo que su afirmación cae de por sí.
La verdad no es posible falsearla, aunque se haga desmesurados esfuerzos retóricos. Este clima hace predecir –triunfalismo aparte- una decisión favorable a Bolivia en La Haya, pero no solo por dichas falencias, sino por la demostración de que los trasandinos han incumplido una serie de compromisos y promesas oficiales para solucionar la mediterraneidad impuesta por la fuerza, cuya revisión nada tiene de victimización. El Derecho Internacional obliga a la solución pacífica de los problemas entre Estados, juridicidad en la que se sustenta también la demanda.
Si se mira al cuadro doméstico al que ha dado lugar el tema, no puede menos que reconocerse como mérito de la actual gestión y, en particular, del presidente Evo Morales la actual confrontación marítima ante el más alto tribunal de justicia del mundo. Decisión que, indudablemente, reditúa puntos políticos a su favor, aun sin necesidad de haber abundado en demostraciones públicas que tienen más de político que de patriótico. Para Chile siempre se ha explotado en Bolivia el componente marítimo con fines políticos y el presente no sería la excepción. Lo propio sucede ahora entre ellos. Así se lo da a conocer cuando desahucia por adelantado cualquier negociación posterior al fallo y salvaguarda “la integridad territorial”. Esta postura es, a su vez, netamente política. Hay persistencia en omitir la visión verdaderamente estadista de tomar decisiones que los antepasados ocupantes de la Moneda compartían. A Chile le vendría bien en el ámbito internacional reinventarse como Estado imbuido de un espíritu justiciero, en especial, con su vecino, venciendo un lastre contra el reconocido desarrollo que ostenta en el continente, logro indudablemente bien ganado, sin contar otros atributos destacables que posee como Nación.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |